Gracias a una multa de un policía nació Avalon nursery & ceramics, el vivero de María Luz López que por 35 años ha brindado plantas a la comunidad del sur de Los Ángeles.
López contó a Mario Perea, para el programa un Nuevo Día, que cuando vendía plantas en la calle sin permiso, un policía la multó y le aconsejó que “tenía que abrir un vivero”.
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Dice que oró a Dios para que le diera un lugar donde instalarse y días después uno de sus hijos vio un terreno en venta y decidieron ir por él.
López, antes de abrir su vivero, había vendido en la calle naranjas, tamales y otros productos.
Hace más de cuatro décadas llegó de México como turista con tres de sus seis hijos para llevarlos a Disneyland, desde entonces se quedó en EEUU.
Como todo negocio, enfrenta retos que ha podido sortear, cuenta que el más difícil es hablar inglés, pues dice que no lo domina.
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También enfrentarse a la inseguridad en la ciudad de Los Ángeles, pues relata que una vez amenazaron con un arma a su esposo para que les diera el dinero.
En cambio, lo que más disfruta es atender al público. “Primero está el cliente”, dice la oriunda de Jalisco. Tanto es su máxima que si está comiendo deja de lado su plato para atenderlos.
López resume con buen humor lo que significa su vivero Avalon nursery & ceramics para ella, su vida “porque aquí vivo”.