La evidencia de que el niño Gabriel Fernández sufrió un abuso continuo fue evidente durante los siete meses previos a su muerte según una maestra de la escuela de Palmdale donde asistía el menor, y otros testigos que declararon en el juicio por asesinato del menor que se lleva sobre el novio de la madre del niño.
Gabriel Fernández se ausentaba con frecuencia de su clase de primer grado, dijo la maestra Jennifer García quien añadió que también presentaba moretones cuando regresó a la escuela.
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Isauro Aguirre, novio de la madre de Gabriel Fernández, enfrenta la posibilidad de la pena de muerte. La madre del niño, Pearl Fernández, será juzgada por separado.
Aguirre retó a la secretaria de la escuela, Pam Howell cuando le cuestionaron sobre las ausencias del niño.
"Me dijo que era el padre y que podía hacer lo que quisiera con los niños", testificó Howell.
Gabriel tenía 7 años cuando llegó a Summerwind Elementary en octubre de 2012. Al principio, fue a ver a García y le dijo que su madre lo golpeó con un cinturón con una hebilla de metal.
El jurado escuchó una grabación de su llamada al Departamento de Servicios para Niños y Familias del Condado de Los Ángeles, informando lo que le contó.
"A veces mi madre me hace sangrar", dijo García, citando al niño. "Y yo digo, '¿Dónde?' y él dijo, 'bueno en mi trasero' ".
García testificó que los moretones y otras lesiones a menudo aparecían en la cara del niño. La maestra recordó una vez que el menor le dijo que se había caído, pero cuando ella le preguntó si eso era realmente lo que sucedió, el niño le dijo que su madre le había disparado en la cara con una pistola de aire comprimido.
"Le pregunté, '¿por qué mentiste? ¿Por qué no me dijiste?' Y él dijo: 'Porque cuando te digo, y esa señora viene, me lastima peor' ".
García dijo que era evidente que el niño se refería a que un trabajador social iba a ver cómo estaba.
García recordó la vergüenza del niño cuando su madre lo trajo a la escuela vestido de niña.
Local
En mayo de 2013, Pearl Ferndandez le dijo a la escuela que Gabriel estaba siendo retirado de Summerwind para mudarse a la casa de un abuelo en Texas. García y Howell declararon que no lo creyeron.
Menos de dos semanas después, las autoridades respondieron a una llamada al 911 en la casa donde se alojaban Fernández y Aguirre, y encontraron a Gabriel con múltiples heridas y quemaduras que resultaron fatales.
