El alguacil Alex Villanueva continúa atacando el mandato de la vacuna contra COVID-19 del condado de Los Ángeles, que él llama una amenaza inminente a la seguridad pública que podría provocar un éxodo masivo de un departamento que dice que lamentablemente tiene escasez de personal.
“He declarado repetidamente los peligros para la seguridad pública cuando entre el 20% y el 30% de mi fuerza laboral ya no está disponible para brindar servicio, y esos peligros se están convirtiendo rápidamente en una realidad'', dijo Villanueva en un comunicado la semana pasada.
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“Estamos experimentando un aumento en las jubilaciones no programadas, las reclamaciones de compensación laboral, la renuncia de los empleados y una reducción en los solicitantes calificados”.
El alguacil también envió una carta a la Junta de Supervisores la semana pasada haciéndose eco de esas inquietudes. Señaló que el departamento tiene 1,605 empleados con 28 años de servicio o más, lo que significa que “podrían jubilarse sin consecuencias financieras''. En esa carta, afirmó que el mandato podría causar que pierda hasta un 44% de su fuerza laboral, repitiendo su afirmación de que no hará cumplir el mandato de sus diputados.
El alguacil ha dicho que espera que las tasas de homicidio en el condado sigan aumentando a medida que se agotan las filas del departamento, y los tiempos de respuesta aumentarían con la disminución de los servicios de patrulla.
También ha insistido en que las tasas de casos de COVID están disminuyendo en el condado, lo que hace innecesario un mandato de vacuna.
“Con la pandemia menguando, no hay justificación para su mandato '', escribió en su carta a la junta. “Este mandato es como instalar contraventanas después de que haya pasado la tormenta”.
Local
La Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles ratificó una orden ejecutiva en agosto que requería que todos los empleados del condado, incluidos los oficiales del alguacil, registraran su estado de vacunación antes del 1 de octubre en un portal en línea.
El mandato permite excepciones religiosas y médicas.
Los miembros de la junta han criticado a Villanueva, acusándolo de no mostrar liderazgo en el departamento al alentar a los diputados y empleados a vacunarse. La presidenta de la junta Hilda Solís dijo que el alguacil estaba actuando más como un “obstáculo” en lugar de trabajar para educar a los empleados sobre la seguridad y efectividad de las vacunas.
Villanueva dijo que está vacunado y cree en su efectividad, “pero la opción de recibir la vacuna es personal, y un individuo que sirvió incansablemente a la comunidad antes de que existiera una vacuna no debería ser despedido ahora porque tomó una decisión sobre su propio cuerpo''.
