La Corte Suprema de los Estados Unidos anuló hoy Roe v. Wade, la decisión que garantizaba el derecho de las mujeres a abortar, originando críticas y elogios de líderes políticos y religiosos de la región.
El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, se unió a 10 alcaldes de todo el país para emitir una declaración conjunta sobre el derecho al aborto.
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Robert García de Long Beach, Todd Gloria de San Diego, Vicente Sarmiento de Santa Ana, Paige Cognetti de Scranton, Pensilvania, Tishaura Jones de St. Louis, Sam Liccardo de San José, Lori E. Lightfoot de Chicago, Libby Schaaf de Oakland, Darrell Steinberg de Sacramento y Satya Rhodes-Conway de Madison, Wisconsin, firmaron la declaración afirmando que sus ciudades seguirán sirviendo como lugares donde las mujeres y todas las personas pueden tomar sus propias decisiones reproductivas.
“Nos comprometemos a usar todas las herramientas a nuestra disposición como alcaldes para defender a las mujeres frente a los intentos de privarlas de sus derechos fundamentales, y exhortamos a nuestros líderes en el Congreso y a nuestras cámaras estatales a revertir los impactos de esta decisión y proteger el derecho de la mujer a elegir”, según el comunicado.
La declaración de los alcaldes reconoce que durante los últimos 50 años, Roe y Casey han tenido un impacto profundo y positivo en las vidas de millones de mujeres, particularmente mujeres jóvenes y pertenecientes a minorías y sus parejas.
Por su parte, la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, encabezada por el Arzobispo José H. Gómez de la Arquidiócesis de Los Ángeles, elogió el fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos como una acción “histórica” que revierte una “ley injusta” de medio siglo de antigüedad.
Gómez, presidente de la organización, y el arzobispo William E. Lori de Baltimore, presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de la conferencia, emitieron una declaración conjunta en la que calificaron el fallo como “un día histórico en la vida de nuestro país, uno que agita nuestros pensamientos, emociones y oraciones”.
“Durante casi cincuenta años, Estados Unidos ha impuesto una ley injusta que ha permitido que algunos decidan si otros pueden vivir o morir; esta política ha resultado en la muerte de decenas de millones de niños no nacidos, generaciones a las que se les negó el derecho incluso a nacer”, dijeron en el comunicado conjunto.
