El Ayuntamiento de Los Ángeles aprobó el miércoles una medida para prohibir nuevos pozos de petróleo y gas y eliminar gradualmente los existentes.
El consejo ordenó al abogado de la ciudad que redactara una ordenanza para prohibir la perforación de petróleo y gas en Los Ángeles, cambiar las leyes de zonificación para ilegalizar la perforación y estudiar cómo eliminar legalmente los pozos existentes.
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El consejo también creó un programa de empleos para la transición de los trabajadores del petróleo y el gas a otras industrias.
La decisión se produce después de una década de quejas de los residentes sobre los impactos negativos en la salud: hemorragias nasales, sibilancias, tos, que atribuyeron a la contaminación del aire de los sitios.
Los activistas dicen que los residentes negros y latinos de la ciudad son los más afectados por la contaminación de los sitios.
“Durante demasiado tiempo, la extracción de petróleo en los vecindarios ha afectado de manera desproporcionada la salud de nuestras comunidades de color de bajos ingresos”, dijo la presidenta del consejo, Nury Martínez, en una conferencia de prensa antes de la votación.
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Martínez, quien creció en vecindarios contaminados de la ciudad, presentó la medida junto con el concejal Paul Krekorian: “Desde las autopistas hasta las centrales eléctricas, nuestras comunidades de primera línea son las más afectadas por la contaminación y los impactos climáticos”.
La ciudad de Los Ángeles se convierte en la tercera entidad gubernamental del condado en aprobar una prohibición y eliminación gradual del petróleo y el gas. Culver City y partes no incorporadas del condado de Los Ángeles han tomado medidas similares.
“A partir de hoy, tengo un poco más de esperanza para nuestras comunidades”, dijo Ashley Hernández, organizadora de Comunidades por un mejor ambiente, en la conferencia de prensa.
Hernández creció en Wilmington, un barrio de Los Ángeles repleto de pozos petroleros. “Con suerte, nuestro futuro no estará lleno de visitas a la sala de emergencias, narices sangrantes o impactos de salud onerosos, sino un futuro más limpio donde las familias negras y morenas sean las protegidas y valoradas”.
Representantes de grupos de la industria del petróleo y el gas se oponen a este tipo de medidas, diciendo que aumentarían los precios del gas, eliminarían puestos de trabajo y harían que la región dependiera más del petróleo extranjero.
