Llegan niños centroamericanos como refugiados a L.A.

Decenas de familias viven momentos de inmensa alegría pues sus pequeños ya se encuentran en Estados Unidos. Aquí los detalles al respecto.

LOS ÁNGELES (AP) -- Este año fue muy difícil para los Zavaleta. Querían creer que sus tres hijos vendrían pronto legalmente de El Salvador a reunirse con ellos, pero tenían muchas dudas por varias razones, especialmente porque ninguno de los dos es residente permanente en Estados Unidos y no habían escuchado antes del programa de refugiados para menores centroamericanos.

Por fin se convencieron, al recibir a sus hijos en el aeropuerto y abrazarlos y besarlos después de muchos años. Todavía un poco incrédulos, la familia entera dijo que se sentía feliz de ser una de las primeras familias del área de Los Ángeles en ser reunificadas bajo el Programa para Menores Centroamericanos.

"Tuve dudas. Pensé que esto de repente no se iba a dar porque tener permiso de trabajo no es lo mismo que una residencia", dijo Oscar Zavaleta el jueves durante una conferencia de prensa, rodeado de sus hijos José, Carlos y María y su esposa Sonia Portillo.

"Pero teníamos la esperanza de que esto iba a suceder algún día", agregó el padre en la sede del Instituto Internacional de Los Ángeles, organización que le ayudó a llenar la solicitud de refugiados para sus hijos.

El programa permite que padres que vivan de manera legal en Estados Unidos pidan estatus de refugiados para sus hijos que viven en ambientes violentos en El Salvador, Honduras o Guatemala. Los niños pueden recibir estatus de refugiados o amparo humanitario pero deben de esperar en sus países mientras dure el proceso.

El plan fue una de las medidas del presidente Barack Obama para combatir el éxodo de menores centroamericanos con rumbo a Estados Unidos, que no ha cesado. En octubre, por ejemplo, arribaron cerca de 5,000, casi el doble de los que llegaron en el mismo mes del año pasado, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza. La cantidad de familias que llegaron a la frontera casi se triplicó en este mismo mes, en comparación a octubre del 2014, de 2,162 a 6,029.

Los menores Zavaleta recibieron amparo humanitario luego de alegar que vivían acosados en su país, dijeron los padres.

Con ropa y zapatos nuevos, pero un poco asustados, los tres menores dijeron que se sentían felices de ver a su papá después de 15 años y a su mamá después de seis.

"Los pensaba ver más chiquitos, pero ya están grandes", dijo Zavaleta mirando a María, de 17 años; José, de 15 y Carlos, de 14.

José y Carlos parecían gemelos. Vestidos con los mismos tipos de pantalones, camisa y zapatillas. Su hermana lucía pantalones negros, zapatos café y una camiseta gris y blanca de manga larga que decía "Nueva York".

La única de los hijos que habló fue María. El menor estaba nervioso, con las manos en el bolsillo durante la conferencia de prensa.

"Me siento muy contenta, feliz porque estoy con mis papás", dijo la adolescente.

Se les preguntó sobre la violencia que alegaron pero no contestaron a pedido de representantes de organizaciones proinmigrantes.

Los primeros niños centroamericanos aprobados por el programa llegaron al país a mediados de noviembre.

La organización que administra el programa, la Oficina de Población, Refugiados y Migración, del Departamento de Estado, dijo el mes pasado que había recibido alrededor de 5,000 solicitudes, de las cuales la mayoría ha llegado en los últimos tres o cuatro meses.

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