Las protestas pacíficas continuaron el viernes en toda California mientras los legisladores e incluso la policía hicieron eco de los llamados para la justicia social y el fin de los abusos policiales.
Multitudes que contaban con entre cientos de personas y hasta miles abarrotaron las calles del centro de Los Ángeles, San Diego, Sacramento, San Francisco y comunidades más pequeñas.
Colocaron miles de flores en la acera fuera del Salón de Justicia del Condado de Los Ángeles después de que se les pidiera a las personas que trajeran rosas que simbolizaran a las personas que creen que fueron víctimas de la violencia estatal.
Los surfistas se juntaron para surfear por George Floyd en aguas frente a la costa del condado de Los Ángeles.
Menos de dos semanas después de la muerte de George Floyd después de que un oficial de policía en Minneapolis se arrodilló en su cuello y lo clavó al suelo, el gobernador de California Gavin Newsom ordenó al programa de entrenamiento policial del estado que dejara de enseñar a los oficiales cómo usar la maniobra para restringir la circulación de la arteria carótida, llamado el apretón durmiente: un agarre diferente basado en el brazo que bloquea el flujo de sangre al cerebro y puede resultar en muerte si se usa demasiado tiempo.
"Entrenamos técnicas sobre estrangulamientos que ponen en riesgo la vida de las personas", dijo Newsom el viernes. "Eso ya no tiene cabida en las prácticas y la vigilancia del siglo XXI".
Newsom dijo que envió la orden a la Comisión Estatal de Normas y Capacitación para Oficiales de Paz, que según su sitio web proporciona un plan de estudios para capacitar a más de 600 agencias y departamentos policiales en todo California. Pero la decisión de permitir a los oficiales usar la técnica depende de cada agencia.
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El Departamento de Policía de San Diego y el Departamento del Alguacil del Condado de San Diego se encuentran entre las agencias que anunciaron esta semana que dejarían de usar la técnica.
Newsom también se comprometió a firmar un proyecto de ley presentado en la Legislatura para hacer ilegal esa técnica.
Los críticos han dicho que tales apretones se usan desproporcionadamente contra las personas de color.
En Los Ángeles, el jefe de policía Michel Moore dijo a un grupo selecto de manifestantes invitados fuera de la sede de LAPD que Floyd fue asesinado y dijo que el racismo y la injusticia "han sido un virus que se ha quedado con nosotros por generaciones".
Sus comentarios fueron recibidos con un aplauso respetuoso, aunque otros manifestantes han pedido previamente su renuncia, diciendo que los oficiales han usado fuerza inapropiada para disolver las protestas.
Black Lives Matter-Los Ángeles presentó una demanda federal el viernes contra Moore y el LAPD. La demanda alega que el departamento violó los derechos constitucionales al arrestar a más de 2,600 manifestantes pacíficos y mantener a algunos esposados en autobuses sin acceso a agua, comida o baños.
El departamento rechazó hacer comentarios.
El Alcalde Eric Garcetti dijo que los videos del aparente uso excesivo de fuerza en la ciudad serán revisados.
"Tenemos que mantener la paz sin violencia siempre que podamos", dijo.
En una sesión informativa, Garcetti elogió el trabajo de los oficiales que dijo arriesgan sus vidas para mantener la ciudad segura y defendió su anuncio de que los funcionarios identificarán hasta $ 150 millones para recortar el presupuesto de casi $ 2 mil millones del LAPD para financiar programas comunitarios.
El sindicato policial de Los Ángeles calificó el viernes a Garcetti como "inestable" y lo acusó de proxenetismo político después de referirse a los "asesinos" en comentarios sobre el propuesto cambio al presupuesto. El alcalde dijo que no estaba apuntando a la policía local, sino que se refería a la carga colectiva de la sociedad por las injusticias que permanecen en la comunidad negra.
La mayoría de las protestas en California han sido pacíficas, pero durante el fin de semana y a principios de la semana, algunos manifestantes incendiaron automóviles de la policía y destrozaron ventanas, mientras que decenas de tiendas fueron saqueadas, principalmente por personas que los funcionarios dijeron que no eran manifestantes, pero que podrían haber tomado ventaja de las manifestaciones cercanas que inmovilizaron recursos policiales.
En algunos casos, la policía utilizó gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a las multitudes. Eso llevó a Newsom a decir que quiere que la Legislatura establezca estándares para el control de multitudes y el uso de la fuerza policial en las protestas.
"Los manifestantes tienen derecho a protestar pacíficamente. Los manifestantes tienen derecho a hacerlo sin ser arrestados, gaseados, disparados por proyectiles", dijo Newsom. "Necesitamos estandarizar esos enfoques".
El viernes, el único uso aparente de gas fue por parte de los agentes del alguacil del condado de Los Ángeles en Lakewood, un suburbio de Long Beach, donde se disparó una descarga para dispersar a varias docenas de manifestantes a quienes se les dijo que estaban reunidos ilegalmente. No se reportaron heridos.
La violencia y el saqueo disminuyeron el miércoles y muchas comunidades han relajado o rescindido los toques de queda, aunque las tropas de la Guardia Nacional que se incorporaron para proteger los edificios aún estaban desplegadas.
En Los Ángeles, el alcalde Eric Garcetti dijo que las tropas allí podrían comenzar a irse a casa "en los próximos días" si las calles permanecen tranquilas.
Mientras tanto, el fiscal general de California, Xavier Becerra, anunció el viernes que su oficina revisará el Departamento de Policía de Vallejo y recomendará reformas a las políticas y medidas de uso de la fuerza que involucran prejuicios y vigilancia comunitaria. El anuncio se produjo días después de que los agentes dispararon y mataron a un hombre de 22 años sospechoso de saquear en medio de una noche de protestas. La policía dijo que confundieron su martillo con un arma.
En el suburbio de La Mesa en San Diego, el jefe de policía Walt Vásquez anunció el viernes que el departamento no buscará el enjuiciamiento de un hombre afroamericano de 23 años arrestado bajo sospecha de resistir el arresto cerca de una estación de tranvía el 27 de mayo. El video mostró que el oficial blanco empujó a Amaurie Johnson, quien estaba discutiendo con el oficial, y su arresto provocó protestas.
