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“Duermo y me levanto con la música”, joven invidente inspira a todos con su talento musical

A pesar de su discapacidad, Johnny Muñoz toca la guitarra y forma parte del mariachi de Cal Poly Pomona.

Telemundo

Johnny Muñoz es un joven que asegura llevar la música en la sangre ya que interpreta con mucho sentimiento cada una de sus canciones. 

Su agradable voz y la forma tan ágil de tocar su guitarra logra llegar al corazón de muchas personas.

“Duermo y me levanto con la música, con eso te digo todo”, dice el joven estudiante de psicología en Cal Poly Pomona.

Hace unos años perdió la vista, pero nunca el deseo de superación, ahora atrae las miradas porque ha demostrado ser una atleta sin límites.

El joven de 26 años, residente en Azusa, viste con mucho orgullo su traje de mariachi para cantar con el corazón. Sin embargo, su mente es su mejor aliada porque lo ayuda a mantener una actitud positiva ante la vida a pesar de las adversidades, que incluye la ceguera que padece.

 “Nací prematuro y perdí la vista a los 6 meses con la incubadora. Explotaron mis ojos en la incubadora”, cuenta Muñoz.

Sin embargo, Muñoz mira a través del alma y disfruta cada momento de su vida. Además de sus estudios en Cal Poly Pomona, forma parte del mariachi de esa institución educativa. 

El músico destaca que, cuando está tocando la guitarra o entonando una canción, siente que no tiene nada y que todo el estrés se va. 

Otra de sus mejores terapias para aliviar ese estrés es mezclar música como DJ y escalar montañas. 

El camino no ha sido nada fácil para Muñoz. Pero han sido la dedicación y perseverancia lo que lo han ayudado a seguir adelante, además de una persona muy especial.

Un escalador chino de 44 años se convirtió en el primer asiático ciego en escalar el monte Everest.

“He tenido amigos que tienen capacidades diferentes y yo estaba pensando, ‘tal vez está un poco perdido. Como se paró en la esquina le ofrecí ayuda, ¿sabes a dónde vas?’”, cuenta Jessi 

Vallejo sobre su primer encuentro con Muñoz.

“Luego me empezó a preguntar, ‘estoy buscando clubes, un club de mariachi. Yo le dije, ‘no hay club de mariachi, pero hay clases de mariachi, puedes estar en la clase conmigo’”. 

Adrián Valenzuela perdió la vista a los cinco años y hoy es jefe de área en el departamento de bomberos.

Vallejo cuenta que es tanto el amor de Muñoz por la música mexicana que solo le tomó tres meses aprender a tocar una canción. 

“A veces tienes que estar cerca para que pueda sentir él cómo estás moviendo las manos”, dice Vallejo. “Pero, además de eso, como escucha muy bien, es normal. Solo [le toma] un poco más de tiempo para mostrar los movimientos”.

Muñoz destaca la labor de su maestra, Jessi Vallejo, para ayudarlo a incursionar en la música.

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“No tengo palabras que decir”, expresa Munoz. “Ella me puso la oportunidad para hacer lo que yo estoy haciendo ahora” 

Johnny Muñoz tiene muchos anhelos. Uno de ellos es cantar algún día al lado de Alejandro Fernández, pero hay otro sueño que espera cumplir muy pronto.

“[Quiero] ayudarle a los ciegos para aconsejarlos y enseñarles la guitarra para que ellos se metan al mariachi conmigo”, dice Muñoz.

El joven músico confía en que todos sus sueños se harán realidad y envía un mensaje para las personas que dudan de sí mismos.

“Si tu lo quieres hacer, hay muchas oportunidades para hacerlo”, dice Munoz. “Ustedes tienen todo, la vista y todo”.

Para Johnny Muñoz no hay imposibles. A través de una organización no lucrativa llamada Resiliencia y Confianza Primero, quiere seguir ayudando a personas que padecen de su misma condición para darles esa seguridad y confianza y hacerles saber que no hay discapacidad física que les impida lograr sus sueños.  

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