
Casi cuatro meses después de que los incendios forestales redujeran miles de hogares en el área de Los Ángeles a escombros y cenizas, algunos residentes están comenzando la reconstrucción.
En el vecindario de Pacific Palisades, los trabajadores de la construcción comenzaron recientemente a colocar vigas de madera para la estructura de una casa en un terreno donde solo queda en pie una chimenea carbonizada. En la ciudad costera de Malibú y el vecindario de Altadena, en las faldas de las montañas, se están limpiando de escombros muchas parcelas donde antes había viviendas.
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Cientos de propietarios han solicitado la aprobación de la ciudad o el condado para nuevos diseños de viviendas y otros permisos para eventualmente reconstruir o reparar las viviendas dañadas, aunque pocos han obtenido luz verde para comenzar la construcción.
Unas 17,000 casas, negocios y otras estructuras se quemaron por completo en los incendios del 7 de enero. Se desconoce cuánto se reconstruirá.
Muchos propietarios no podrán costearlo, incluso aquellos con seguro. Algunos aún intentan determinar si es seguro regresar a sus propiedades, dada la información limitada sobre el grado en que las toxinas de los incendios, como el plomo y el asbesto, pudieron haber permeado sus terrenos. Aproximadamente 400 parcelas ya están a la venta en las zonas devastadas por el fuego.
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Ante las abrumadoras pérdidas y el caos que conlleva un desplazamiento repentino, quienes buscan reconstruir deben sortear un proceso a menudo confuso y lento. En la mayoría de los casos, les llevará años.
Incendios en California
Los Ángeles emitió su primer permiso de construcción casi dos meses después del inicio de los incendios. Pasaron más de siete meses antes de que se emitiera el primer permiso de construcción tras el incendio de Woolsey en 2018.
“Si lo comparamos con otros desastres, la velocidad es probablemente mayor de lo esperado”, afirmó Sara McTarnaghan, investigadora del Urban Institute, quien estudió las consecuencias de los incendios forestales urbanos en los últimos años en Colorado, Hawái y California. Decidida a reconstruir en Altadena
Kathryn Frazier, publicista musical y coach personal, vivió en su casa de cuatro habitaciones y tres baños en Altadena durante 10 años y crió a sus dos hijos allí. Tras el incendio de su casa, quedó en shock y se preguntó si tenía sentido regresar.
Pero tras hablar con los vecinos, se decidió a reconstruir.
“No me voy”, dijo Frazier. “Eso era lo que todos pensábamos constantemente, y cuanto más hablábamos, más decíamos: ‘¡Claro que sí!’”.
Está progresando. Frazier contrató a un equipo para limpiar los escombros de la propiedad y está a punto de completar la primera fase de los permisos, que consiste en obtener la revisión y aprobación del condado para el diseño de su nueva casa. La siguiente fase, antes de recibir la aprobación para comenzar la construcción, incluye la revisión de la instalación eléctrica, la plomería y otros aspectos del diseño.
Frazier, de 55 años, está reconstruyendo su casa sin grandes cambios en su tamaño ni ubicación para poder optar a un proceso acelerado de aprobación del permiso de construcción.
“Esperamos estar construyendo a más tardar en junio o julio”, dijo. “Me han dicho que quizás para febrero o marzo de 2026 podríamos estar de vuelta en nuestra casa”.
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Por ahora, Frazier está solicitando presupuestos para ventanas, tragaluces y otros accesorios para el hogar con la esperanza de fijar precios antes de que suban a medida que se intensifican los proyectos de construcción o como respuesta a la guerra comercial en curso de la administración Trump.
“Estoy haciendo cosas como recorrer Home Depot, encontrando baldosas de pizarra que se ven modernas y hermosas, pero que en realidad son muy baratas”, dijo.
Reconstruir una casa en Palisades
DeAnn Heline, showrunner de televisión, sabe lo que es construir la casa de sus sueños desde cero.
Esperó más de dos años a que terminara la construcción de la casa de cinco dormitorios y ocho baños con vistas al mar. Una vez finalizado el proyecto, su esposo juró no volver a construir otra casa. La familia vivió allí seis años antes de que el incendio Palisades la destruyera.
“Era ceniza. No había nada”, dijo Heline.
La pareja, que tiene dos hijas, lleva más de 30 años viviendo en el vecindario. No podían imaginarse rendirse y no reconstruir.
“No solo estamos construyendo otra casa, sino que estamos reconstruyendo exactamente la misma”, dijo Heline, señalando que la nueva casa tendrá algunas mejoras, como materiales ignífugos y rociadores en el exterior.
Recientemente, limpiaron los escombros del terreno donde antes se encontraba la casa, una tarea particularmente ardua porque la casa tenía un amplio sótano en el que se derrumbó gran parte de la estructura al quemarse.
Heline no está segura de cuándo comenzará la construcción, pero calcula que podría tardar dos o tres años. Se pregunta, sin embargo, cómo lucirá el vecindario para entonces.
“¿A qué volverás? ¿Volverás a un paisaje lunar? ¿Estarás ahí y no habrá nadie más en tu cuadra, o volverás a una zona de construcción durante muchos años más?”, preguntó.
Uniéndose como comunidad
Unidos como comunidad
El incendio forestal Eaton destruyó muchas de las más de 270 históricas Janes Cottages en Altadena, incluyendo la casa de tres habitaciones que Tim Vordtriede compartía con su esposa y sus dos hijos pequeños.
La familia solo llevaba tres años viviendo en la casa de aproximadamente 100 años.
“Nos encantó la cabaña de cuento de hadas y el ambiente, y por supuesto, el ambiente más majestuoso de Altadena”, dijo. “Era perfecto”.
Vordtriede, de 44 años, ha decidido reconstruir, pero no por ahora. Por ahora, está utilizando su experiencia como gerente de proyectos de construcción para ayudar a otras personas que también perdieron sus hogares.
Cofundó Altadena Collective, un grupo que ofrece asistencia con el diseño de viviendas y orientación sobre cómo navegar el complejo y largo proceso de aprobación de permisos de reconstrucción. De las aproximadamente dos docenas de clientes a los que el grupo atiende, a un costo reducido, tres se encuentran en las primeras etapas del proceso de permisos.
Incluso después de que los proyectos estén listos para su construcción, los propietarios tendrán que esperar quizás más de un año antes de poder mudarse, dijo.
“Mi primera respuesta cuando alguien entra por la puerta es: No estamos aquí para ayudarle a diseñar la casa de sus sueños”, dijo Vordtriede. “Este no es un momento de sueños. Es una pesadilla, y nuestro trabajo es sacarlo de la pesadilla lo antes posible”.