Más de 50,000 trabajadores del condado de Los Ángeles volvieron a declararse en huelga el martes, cerrando bibliotecas e interrumpiendo las operaciones administrativas en el condado más poblado del país.
El paro de dos días, que comenzó el lunes, se produjo tras el fracaso de las negociaciones con el condado para un nuevo contrato, tras el vencimiento del anterior en marzo, según el Sindicato Internacional de Empleados de Servicios Local 721.
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Hasta el martes al medio día, una gran multitud, la mayoría con camisetas moradas del SEIU 721, y pancartas de protesta se había reunido en el centro de Los Ángeles. El sindicato trasladó a sus miembros en autobús a una manifestación que comenzó frente al Salón de la Administración en la calle Temple, que estaba cerrada al tráfico debido a una marcha.
Los trabajadores, que coreaban consignas, llevaban pancartas al frente de la marcha, que decían "Trabajadores del Condado de Los Ángeles en Huelga de la ULP" y "Somos la Red de Seguridad".
Alrededor de las 12:30 p. m., cerca de una docena de personas que se sentaron en la calle Figueroa en una muestra coordinada de desobediencia civil y bloquearon la calle fueron detenidas. Las personas se entregaron pacíficamente a los agentes y la mayoría de la multitud se dispersó a primera hora de la tarde del martes.
Fueron rápidamente procesados, citados y liberados en el lugar de los hechos.
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Una rampa de entrada cercana a la autopista 110 estaba cerrada. La calle Quinta estuvo cerrada desde la autopista 110 hasta la calle Flower debido a la manifestación.
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El sindicato representa a empleados, incluyendo profesionales de la salud pública, trabajadores sociales, personal de parques y recreación, conserjes, personal administrativo y otros que prestan servicios en un condado de 10 millones de habitantes. Será la primera vez que sus aproximadamente 55,000 miembros se declaren en huelga, según el sindicato.
“Esta es la fuerza laboral que ayudó al condado de Los Ángeles a superar una y otra emergencia: los incendios forestales de enero, las emergencias de salud pública, las emergencias de salud mental, las emergencias de servicios sociales y más”, declaró el líder sindical David Green en un comunicado. Por eso estamos hartos de las violaciones a la legislación laboral y exigimos respeto para nuestros trabajadores.
La huelga laboral durará hasta el miércoles, a las 7 p.m. Durante este tiempo, se espera que las bibliotecas, algunas clínicas de salud, los baños de la playa y los mostradores de atención al público en el Salón de la Administración permanezcan cerrados. Según el condado, otros servicios de la oficina del médico forense y el departamento de obras públicas también podrían verse afectados.
El sindicato ha acusado al condado de 44 violaciones a la legislación laboral durante las negociaciones del contrato, incluyendo vigilancia y represalias contra trabajadores que participan en actividades sindicales y la subcontratación de puestos representados por el sindicato.
El condado de Los Ángeles afirma que enfrenta presiones presupuestarias sin precedentes, incluyendo un acuerdo provisional de $4 mil millones por miles de demandas por agresión sexual infantil, un impacto proyectado de $2 mil millones relacionado con los incendios forestales de Los Ángeles en enero y la posible pérdida de cientos de millones en fondos federales.
“No queremos incurrir en un déficit estructural, lo que podría llevar a despidos y reducciones de servicios”, declaró la portavoz Elizabeth Marcellino en un comunicado de la oficina del director ejecutivo. “Estamos tratando de lograr un equilibrio: una compensación justa para nuestra fuerza laboral, manteniendo los servicios y evitando despidos en medio de algunos de los peores desafíos financieros que hemos experimentado”.
La ciudad de Los Ángeles enfrenta problemas financieros similares: el presupuesto propuesto recientemente por la alcaldesa Karen Bass incluye 1,600 despidos de empleados municipales en medio de un déficit de casi mil millones de dólares.
Más de 150 trabajadores del condado se manifestaron frente al Centro Médico General de Los Ángeles el lunes, con carteles que decían "¡Somos la red de seguridad!".
Lillian Cabral, quien ha trabajado en el hospital desde 1978, afirmó que la huelga fue un momento histórico que involucró a personal desde la sala de emergencias y los departamentos de radiología hasta el personal de limpieza.
Cabral forma parte del comité de negociación y expresó su frustración por un proceso plagado de largas demoras y poca intervención del condado.
“Es tan injusto para nosotros, tan injusto para nuestros pacientes, para nuestros clientes y para nuestra comunidad”, declaró Cabral.