Las clases se reanudaron con normalidad este miércoles en las escuelas públicas de Los Ángeles (EE.UU.), luego de una huelga de maestros de tres días que costó 151 millones de dólares al Distrito Escolar de la ciudad (LAUSD).
El costo se calcula por la disminución de asistencia de alumnos, lo que igualmente genera una reducción de los fondos federales y estatales que recibe el distrito escolar, según informó la entidad.
De acuerdo con cifras suministradas por LAUSD, solo el primer día de huelga dejaron de asistir a clases 156.774 alumnos, lo que costó al distrito cerca de 22,8 millones de dólares.
La intervención del alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, ayudó a poner fin a la huelga de seis días, en la que participaron más de 30.000 maestros y se vieron afectados cerca de 600.000 estudiantes.
Según informó en un comunicado enviado a Efe el Sindicato de Maestros de Los Ángeles (UTLA), organizador del paro, los puntos principales del acuerdo contemplan un 6 % de aumento de salarios y el compromiso para la reducción del número de alumnos por clase en los próximos cuatro años.
De igual forma, el arreglo incluye la adición de 300 enfermeros a tiempo completo en los próximos dos años, y el nombramiento de personal de apoyo educativo como psicólogos, consejeros y bibliotecarios.
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"Este acuerdo incluye muchos elementos importantes para nuestros estudiantes, los padres y los maestros", aseguró el presidente de UTLA, Alex Caputo Pearl, al anunciar anoche el voto de aprobación de los maestros.
Además de eliminar la prerrogativa que el LAUSD tenía para determinar el tamaño máximo de las clases, el acuerdo establece que el tamaño de los grupos de cuarto a 12 grados se reducirá en un estudiante durante cada uno de los próximos dos años académicos, y en dos estudiantes en el curso escolar 2021-22.
El distrito calcula que cumplir las metas de reducir el número de las clases y contratar más personal de apoyo costará cerca de 403 millones de dólares.
La última tanda de negociaciones llevó igualmente al compromiso de trabajo conjunto entre el sindicato, el distrito escolar y la alcaldía para obtener más fondos, tanto locales como estatales, para la educación pública.
Aunque el arreglo ha sido visto como un triunfo por los sindicalistas, y con optimismo por el futuro trabajo conjunto por el distrito, Austin Beutner, superintendente de LAUSD, señaló que los retos financieros permanecen.
"El tema siempre ha sido ¿cómo vamos a pagar por ello?", dijo Beutner anoche en la conferencia de prensa en la que se detalló el acuerdo.
"Ese tema no ha desaparecido ahora que tenemos un contrato. No podemos resolver 40 años de infrainversión en educación pública en sólo una semana o con un solo acuerdo", advirtió el superintendente del distrito escolar angelino.
