Un hombre del norte de California que admitió haber sacado dos cachorros de oso de su guarida y notificó a los funcionarios después de que no pudo cuidarlos se declaró culpable de posesión de una especie prohibida, dijeron funcionarios de vida silvestre.
Cody Dylon Setzer, de 29 años, y un compañero de trabajo que no ha sido identificado y cooperó con las autoridades sacaron a los osos de un mes de su madriguera en un árbol que había caído en un camino forestal, dijo el martes el Departamento de Pesca y Vida Silvestre de California.
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Setzer contactó a los oficiales de vida silvestre el 9 de marzo de 2019 y les dijo que había encontrado a los ositos a lo largo de la autopista 263 al norte de Yreka en el condado de Siskiyou, dijo el departamento.
Pero los oficiales de vida silvestre comenzaron a sospechar de su historia después de que fueron al sitio y no encontraron huellas de osos ni hábitat.
“Si los cachorros de oso hubieran estado vagando por sí mismos, no habrían sobrevivido”, dijo el capitán Patrick Foy, de la división de aplicación de la ley del departamento.
El compañero de trabajo de Setzer en una empresa de gestión de la madera confesó a las oficinas de vida silvestre y cooperó con la investigación, dijo Foy.
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“La otra persona literalmente los trajo de regreso al sitio de la guarida”, dijo.
El sitio de la guarida estaba ubicado al este de Salt Creek y la Interestatal 5 en el condado de Shasta, a unas 90 millas (145 kilómetros) al sur de donde Setzer dijo que los había encontrado y destruido. Su madre nunca fue localizada, dijo Foy.
Los oseznos fueron llevados al Laboratorio de Salud de Vida Silvestre de CDFW en Rancho Cordova y luego entregados para rehabilitación a Lake Tahoe Wildlife Care, que dijo que eran los más jóvenes jamás llevados a sus instalaciones.
Los cachorros fueron devueltos a su hábitat nativo en el condado de Shasta el 28 de abril de 2020, después de crecer lo suficiente como para sobrevivir por sí mismos, dijo el departamento.
El departamento publicó la historia el martes en su blog sobre osos para alentar a cualquier persona que pueda presenciar la caza furtiva de vida silvestre a contactar a las autoridades.
En noviembre, Setzer se declaró culpable en el Tribunal Superior de Siskiyou de posesión de una especie prohibida y de obstruir a un agente del orden público en el ejercicio de sus funciones.
Se le ordenó pagar $2,290 en multas y tarifas y completar 200 horas de servicio comunitario. Setzer también fue puesto en libertad condicional durante 12 meses con sus privilegios de caza y pesca suspendidos por la duración de su libertad condicional, y sentenciado a 90 días en la cárcel del condado, que se suspenderá si completa con éxito la libertad condicional, dijo el departamento.
