Humberto Durán tenía 18 años cuando fue condenado por la muerte a tiros de Albert González en 1993. Tras pasar más de 30 años entre rejas por un asesinato que no cometió, Durán recibió por fin una disculpa formal por haber sido condenado injustamente.
Durán, que salió de prisión hace dos años, fue condenado en 1993 por un asesinato en el este de Los Ángeles basándose en el testimonio de un único testigo ocular. Mantuvo su inocencia con el paso de los años y, finalmente, el testigo se retractó de su testimonio.
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MIRA AQUÍ GRATIS "Es importante no sólo para mi familia, sino para demostrar al mundo que soy inocente", dijo Duran, que tenía 18 años cuando fue condenado.
El viernes, el tribunal declaró a Duran inocente de hecho.
"Después de una cuidadosa revisión de los hechos y un análisis de la ley, el pueblo determinó que el Sr. Duran cumplió con su carga legal para establecer el recurso de hábeas corpus sobre la base de error acumulativo, basado en casos específicos de asistencia ineficaz del abogado en el juicio en combinación con nuevas pruebas de la inocencia real del Sr. Duran, incluyendo la retractación del único testigo y la evidencia de que el Sr. Duran no era miembro o asociado de la banda responsable del asesinato", declaró el tribunal.
Duran se enfrentaba a cadena perpetua en relación con la muerte a tiros de Albert González el 18 de diciembre de 1993, que fue asesinado en la entrada de su casa. Un jurado declaró entonces a Duran culpable de asesinato en primer grado e intento de asesinato premeditado.
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SUSCRÍBETE "Ha mantenido su inocencia durante 32 años y estar ante un juez que se disculpó por esta condena y declarar inequívocamente que Beto es absolutamente inocente fue realmente importante y emotivo", dijo Megan Baca, de la organización sin ánimo de lucro California Innocence Advocates.
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El hombre admitió que, tras pasar décadas en prisión, perdió la esperanza en su libertad. Tanto que llegó a expresar su desesperanza a su madre durante una de sus visitas.
"Ella me dijo 'un día iba a salir. 'Te guardé ropa y abrigos', y yo le dije 'nunca voy a salir. Es mejor que te deshagas de eso'", dijo Duran.
Desde su liberación, Duran agradece haber recuperado la libertad. Sin embargo, ha sentido un cúmulo de emociones tras su liberación, incluida la rabia por el tiempo que ha perdido con su familia.
"Uno no es el único que cumple condena", dijo. "Ellos están cumpliendo condena contigo, ¿sabes?".
Ahora, su objetivo es seguir adelante.
