El hombre que fue grabado en vídeo siendo brutalmente atacado a plena luz del día por un grupo de ciclistas adolescentes en Mid-Wilshire habla con la esperanza de que sus atacantes se den cuenta de lo que han causado.
Un tranquilo viaje a casa el 22 de febrero se convirtió en una pesadilla para Maurice Benaim cuando el grupo decidió atacarlo en grupo en la intersección de San Vicente Boulevard y Carillo Drive.
"Mi día era muy aburrido. Todo lo que quería hacer era ir a la tienda, comprar mi jugo de mandarina, tal vez conseguir algo de comida y ver el partido de los Lakers", dijo Benaim. "Es algo triste con lo que hay que lidiar en general".
Benaim dice que todo empezó cuando un grupo de ciclistas se apoderó de la intersección. Mientras intentaba pasar, Benaim dice que tocó el claxon para alertar a uno de los ciclistas.
"Intentaba avisar al chico de que se está poniendo en rojo y voy a estar justo detrás de ti. Y asegurarme de que no me golpea y su amigo se enfada", dijo Benaim.
Los ciclistas amenazaron entonces a Benaim y presuntamente le dijeron que llevaba una pistola en el bolso antes de romperle la luz trasera derecha se su vehículo.
Al darse cuenta de que la situación iba en aumento, Benaim paró el vehículo y se bajó. Pero antes de que pudiera reaccionar, el grupo lo rodeó y empezó a golpearlo.
"Doy gracias a Dios de que sólo fuera lo grave que fue, pero aun así, no creo que nadie deba preocuparse", dijo Benaim.
Cuando llegó la policía, los ciclistas, que se cree que tenían entre 16 y 18 años, habían huido.
"Hacerle eso a alguien y dejar a mi hijo en medio de la calle como si nada", dijo Yasmile Yael Benaim, madre de Maurice.
Yasmile dice que estaba fuera de la ciudad cuando recibió la llamada y añadió que se sentía impotente en ese momento.
"Se me partía el corazón y lo peor era oírlo llorar", dijo Yasmile.
Benaim sufrió heridas en la cabeza y la cara. Casi una semana después, sigue sufriendo, le cuesta dormir debido a las heridas y al trastorno de estrés postraumático del ataque.
"Cada día estoy mejor. Encuentro algo por lo que alegrarme", dice Benaim refiriéndose a cómo afronta el dolor.
De momento, dos adolescentes han sido detenidos, pero la policía sigue buscando a otros implicados.
En lugar de centrarse en el castigo, los Benaim esperan que, al compartir su historia, los demás den la cara y, lo que es más importante, reconozcan el impacto de sus actos
"Sólo espero que sea una señal para que ellos y sus amigos dejen la violencia", dijo Benaim.
