Tras un incendio que causó daños a un edificio de apartamentos en el área de Westlake, el pasado 6 de abril, muchos inquilinos quedaron en la calle.
A algunos, como Tomás Serbellón, no les quedó otro lugar para vivir que su propio vehículo.
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“Aquí me quedo a dormir porque no tengo donde”, dijo Serbellon, de 70 años.
Pese a ciertos problemas médicos, Serbellón reconoce que no quiere dejar la Calle Cambria, donde se ubica el edificio siniestrado. Señala que ha vivido y trabajado allí por treinta años.
“Aquí soy bien feliz de la vida porque la gente viene aquí a comprar”, dice Serbellon.
Asegura que seguirá durmiendo en su auto y usando los baños públicos del área hasta que reciba ayuda.
Treinta personas sin hogar
En el complejo de apartamentos vivían unas 30 personas. Un hombre fue arrestado por presuntamente provocar el siniestro con fuegos artificiales.
Las llamas dañaron el edificio y dejó a los arrendatarios con pocas opciones de hospedaje.
“Se lo suplico, señor, que por favor nos ayude a todos los que vivimos aquí", clama María Beltrán, quien perdió todas sus pertenencias en el incendio. "No solo [soy] yo. Hay niños".
Beltrán comparte una habitación con cuatro personas en el apartamento de su prima.
“Estamos durmiendo a donde nos caiga la noche”, dice Beltran.
Poca respuesta de los dueños
Los inquilinos aseguraron que han contactado a la oficina del dueño sin resultados.
La Cruz Roja les dio tarjetas de dinero. Sin embargo, no fue suficiente para alquilar otro apartamento.
“Hemos agarrado ayuda de la Red Cross, de otras compañías pero no hemos agarrado ayuda de él”, dijo Lesly Jimenez.
La familia de Roberto Sánchez también pasó los primeros días en un vehículo, junto con las pocas pertenencias que rescataron de las llamas. Pero, con tres niños, no consideran seguro vivir de esa forma.
“Uno de adulto, donde quiera se puede quedar”, dijo Sánchez. “Pero con un niño, es bien difícil y peligroso estar en la calle”.
Una persona generosa pagó cinco noches en un hotel para ellos. El resto del tiempo lo han pasado con familiares.
Telemundo 52 contactó por teléfono al dueño del edificio. Sin embargo, colgó la llamada tan pronto supo de quién se trataba.
