Un ciudadano mexicano encargado de coordinar envíos para una organización internacional de tráfico de drogas que planeaba contrabandear decenas de millones de dólares en cocaína de Colombia a México para su eventual venta en los EEUU fue extraditado de Canadá y programado para ser procesado el jueves en Los Ángeles por cargos federales de narcóticos.
Miguel Hadad Facusseh, de 37 años, también conocido como “Greñas” y “Barbas”, llegó a Los Ángeles el miércoles por la noche y se espera que haga su primera aparición en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos el jueves por la tarde.
Hadad es uno de los 15 acusados en una acusación formal que describe a una organización que contrabandeó grandes cantidades de cocaína en aviones, utilizando pistas de aterrizaje clandestinas y funcionarios corruptos de control de tráfico aéreo en Colombia para evitar ser detectados.
Como uno de los miembros clave de la organización, Hadad supuestamente era responsable de coordinar las operaciones desde México, incluido el financiamiento de vuelos, el suministro de pilotos y la instalación de pistas de aterrizaje clandestinas, según la acusación que se presentó en 2019.
A pesar de los controladores de tráfico aéreo corruptos y ex funcionarios encargados de hacer cumplir la ley en Colombia que eran responsables de garantizar que las aeronaves procedentes de México pudieran ingresar al espacio aéreo colombiano y recuperar cargamentos de cocaína, la acusación describe un incidente del 5 de noviembre de 2017 en el que la Fuerza Aérea Colombiana interceptó un avión proveniente de México, lo obligó a tierra, y luego la destruyó con fuego de ametralladora.
Cerca del sitio de los restos del avión, los agentes de la ley colombianos encontraron alrededor de 1,135 libras de cocaína empaquetada que estaba lista para ser cargada en el avión, según la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos.
Además de Hadad, otros tres acusados nombrados en la acusación fueron extraditados de Colombia a fines de 2020: Tomas Visbal Blanco, 67; Rafael Enrique Noguera Abello, 45 años; y Enrique Rafael Noguera Ramírez, de 38 años.
La acusación formal alega que estos acusados manejaban la logística de la organización, incluida la administración de un escondite para la cocaína, el mantenimiento de una pista de aterrizaje clandestina donde el avión de México iba a recuperar el cargamento de cocaína en noviembre de 2017 y la preparación para el reabastecimiento de combustible de la aeronave a su llegada.
Los tres ciudadanos colombianos se han declarado inocentes de los cargos de la acusación y están programados para ser juzgados el 12 de octubre en la corte federal de Los Ángeles.
