El uso regular de aspirina para bebés antes de un diagnóstico de cáncer colorrectal puede reducir el riesgo de muerte por la enfermedad, revelaron el lunes los investigadores de Cedars-Sinai.
Tomar el fármaco al menos 15 veces al mes antes del diagnóstico ha sido vinculado a limitar la propagación de tumores cancerosos, según el estudio publicado en la Revista del Instituto Nacional del Cáncer.
Manténte al tanto de las noticias locales y del estado del tiempo. Suscríbete a nuestros newsletters gratuitos aquí.
Comenzar con aspirina después de un diagnóstico de cáncer colorrectal no fue asociado con un beneficio tan fuerte como el uso de pre-diagnóstico, encontraron los investigadores. Y el uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos sin aspirina, como ibuprofeno, acetaminofén y naproxeno, no aportaron los mismos beneficios.
“Se necesitan más pruebas, pero esta asociación entre la aspirina para bebés y las tasas de mortalidad más bajas son muy significativas”, dijo el epidemiólogo y la autora principal del estudio Jane C. Figueiredo. “Estos hallazgos pueden proporcionar una opción de estilo de vida para personas que buscan prevenir el cáncer colorrectal o mejorar sus pronósticos si son diagnosticados”.
El cáncer colorrectal comienza en el colon o el recto y es el tercero principal causa de muerte por cáncer en hombres y mujeres en los EEUU, 53,000 muertes el año pasado.
La Sociedad Estadounidense del Cáncer estima que aproximadamente se diagnosticaron 104,600 casos de cáncer de colon y 43,300 casos de cáncer de recto en los EEUU en 2020. El tratamiento generalmente implica cirugía para extirpar el cáncer, y posiblemente radioterapia y quimioterapia.
Los investigadores dijeron que el uso de aspirina en dosis bajas previene de manera irreversible las células sanguíneas llamadas plaquetas activar y producir la enzima tromboxano A2, lo que les permite agruparse. Las células tumorales pueden adherirse a estos grupos de plaquetas y se diseminan por todo el cuerpo.
Local
“La aspirina inhibe la activación plaquetaria, que también podría inhibir metástasis”, explicó Figueiredo, director de Comunidad y Población Health Research y profesor asociado de Medicina en el Instituto del Cáncer Samuel Oschin en Cedars-Sinai.
El estudio observacional realizado por Figueiredo y colegas incluyó datos de más de 2,500 hombres y mujeres inscritos en el American Cohorte de nutrición II del estudio de prevención del cáncer de la Sociedad del Cáncer, donde todos compartieron información sobre el uso de AINE con y sin aspirina y todos los que fueron diagnosticados con cáncer colorrectal. Los investigadores rastrearon los resultados de los participantes desde el momento de su inscripción en 1992 o 1993 hasta diciembre de 2016.
Figueiredo dijo que los ensayos clínicos en curso están examinando el impacto del uso de aspirina, antes y después del diagnóstico, sobre la mortalidad por cáncer colorrectal.
Cuando se completen, proporcionarán orientación adicional para los médicos, y recomendar tratamientos para sus pacientes.
“Tenemos que esperar hasta que salgan esos resultados”, dijo Figueiredo.
“Existen daños potenciales asociados con el uso de aspirina. Realmente hay necesidad de llevar a cabo una conversación entre médicos y pacientes sobre los riesgos y beneficios. Estos estudios y nuestros resultados realmente se suman a esa conversación”.