La calma regresó al centro de Los Ángeles esta mañana después de que los manifestantes que se manifestaban contra la brutalidad policial y exigían justicia para George Floyd rompieron las ventanas de dos coches de la Patrulla de Carreteras de California (CHP), pintaron graffiti en la sede del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) y quemaron una bandera estadounidense.
La ola de protestas que se generó en todo el país por el presunto caso de brutalidad policiaca en el estado de Minnesota llegó hasta Los Ángeles.
La tarde de miércoles se vivieron momentos de gran tensión en el centro de la ciudad ante la presencia de cientos de manifestantes que levantaron su voz exigiendo justicia para George Floyd.
De lado se dejó el confinamiento y la crisis del COVID-19 para dar paso a las protestas y la rabia que provocó en amplios sectores sociales la muerte de Floyd, aparentemente a manos de la policía, en un caso que ha causado gran indignación en todo el país.
"No estoy de acuerdo con que la policía usara esa violencia. Es un ser humano como todos, y no está bien que anden así con esa violencia matando a personas", dijo Randy Pérez, un manifestante.
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Alrededor de las 5 p.m. cientos de personas, muchos de ellos integrantes del movimiento Black Lives Matter, salieron a las calles del centro de Los Ángeles para expresar su repudio por la muerte del afroamericano de 46 años de edad.
"Estamos aquí para proteger los derechos de todas estas personas los manifestantes para expresarse, ahorita todo esta bien pacifico", dijo el sargento Frank Preciado, portavoz del Departamento de Policía de Los Ángeles.
Pero en cierto momento los manifestantes inconformes invadieron la autopista 101 cerca de la intersección con la autopista 110, por lo que oficiales de la Policía de Caminos de California se vieron obligados a intervenir para contener a los inconformes.
“Escuchamos tu ira y tu dolor. Siempre facilitaremos la libertad de expresión. Punto'', dijo el Departamento de Policía de Los Ángeles en un comunicado en Twitter. “Todo lo que pedimos es que las protestas se realicen de manera segura y legal”.
Fue entonces cuando utilizando diversos objetos los manifestantes rompieron las ventanas de una patrulla y uno de ellos subió a uno de los vehículos. Cuando el oficial trataba de eludir a la multitud, el manifestante cayó al al pavimento, sufriendo serias lesiones por lo que tuvo que ser trasladado a un hospital.
"Se golpeó en el piso de la carretera porque se movió el carro de patrulla, pero no sabemos si va a haber cargos en ese sospechoso", dijo Preciado.
Las protestas se prolongaron durante varias horas, por lo que el LAPD decretó una alerta táctica en toda la ciudad.
El grupo comenzó a moverse hacia la sede del LAPD tras una orden de dispersión, alrededor de las 8 p.m.
Los manifestantes se congregaron alrededor de las 9 p.m. fuera de la sede de la policía, que alguien etiquetó con grafiti que decía “1312 ACAB”, un acrónimo común y su código numérico para “Todos los policías son unos bastardos”.
Poco después de las 9 p.m., cuando la policía intentaba dispersar a la multitud, un automovilista desesperado por las protestas arrolló a un manifestante y se dio a la fuga, provocando una enorme confusión y una estampida entre la muchedumbre.
A pesar de lo intenso que resultó la protesta, las autoridades señalaron que todo se mantuvo bajo control y no se reportaron arrestos.
La principal preocupación de las autoridades es que muy probablemente estas protestas continúen entre los próximos días. El LAPD informó que se anunció una nueva manifestación para el sábado, pero aseguran que están preparados para que todo se realice de forma pacífica.
