Las denuncias de abuso infantil a la línea de protección de menores ha disminuido en el Condado de Los Ángeles desde que comenzó la pandemia, generando la preocupación del Departamento de Niños y Familias que teme que los abusos no se están reportados.
Sylvia López, es una de las trabajadoras sociales de la unidad de emergencia del Departamento de Niños y Familias del Condado de Los Ángeles, y responde durante la noche a las denuncias de abuso infantil.
“Estaba un poquito difícil, pero ahora con ese virus se nos hace un poquito más complicado”, dijo López.
La pandemia de COVID-19, afirmó López, ha dificultado las investigaciones de abuso infantil como en una reciente denuncia de un familiar a la que respondió en la estación de Policía de Newton.
“Un caso bastante duro, difícil porque se trata de niños abusados sexualmente”, agregó López.
Las llamadas a la línea de protección de menores a el Condado de Los Ángeles han disminuido drásticamente.
Según estadísticas del Departamento de Niños y Familias, en febrero de 2020 se registraron más de 18,000 denuncias. En abril, la cifra colapsó a poco mas de 10,000, y el declive se le atribuye al cierre de las escuelas por la pandemia.
“La comunidad, la escuela, la policía todos pueden llamar”, dijo López.
La agencia de protección de menores señala que antes de la pandemia, se registraron 262 denuncias de maestros, y en marzo, cuando cerraron las escuelas, sólo 23.
Bobby Cagle, director de DCFS, dijo que no era lo mismo cuando los maestros interactúan con los niños en vídeo, que en persona. Agregó que no se pueden evaluar de la misma manera.
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“Ahora más que nunca necesitamos su ayuda”, agregó Cagle.
Con anuncios de servicio publico, el Departamento de Niños y Familias está solicitando de la ayuda de la comunidad para que denuncien el abuso infantil a la línea de protección. El temor es que el maltrato continúa, pero no hay quien lo reporte.
“Usted puede ser anónimo llamando a la línea de protección y decir lo que usted ve, sabe o sospecha”, indicó López.
La pandemia ha generado nuevos retos para la agencia que fue sometida a una auditoría estatal el año pasado al revelarse que el departamento puso innecesariamente en riesgo la salud y seguridad de los niños bajo su cuidado, luego de la muerte de varios menores, obligando a la agencia a volver a capacitar a los trabajadores sociales tras la muerte de Noah Quatro y Anthony Ávalos.
El director de la agencia aseguró que está dispuesto a trabajar con la oficina del sheriff del condado angelino siempre y cuando lo puedan hacer sin estresar a las familias al investigar un caso, luego de que el jefe del alguacil Alex Villanueva, propuso recientemente que en denuncias de alto riesgo, como la de Anthony y Noah, sus agentes deben visitar los hogares de las familias bajo sospecha de abuso infantil, un plan que según Villanueva el condado descartó.
Los padres del pequeño Noah Quatro enfrentan cargos por asesinato, mientras que en el caso de Anthony Ávalos, su madre y el novio de ella son acusados de quitarle la vida y torturarlo.
Ambos casos tienen audiencias pendientes para este verano.
