La Oficina del Fiscal General del estado acordó el viernes con el Fiscal del Distrito del Condado de Orange, Todd Spitzer, que Cary Jay Smith, quien fue dado de alta recientemente de un hospital estatal de salud mental y terminó en Costa Mesa, debe registrarse como delincuente sexual.
Smith, quien está siendo evaluado en un centro de salud mental en Costa Mesa después de mudarse a cuatro condados del sur de California desde su liberación, podría ser readmitido a un hospital de salud mental, dijo Spitzer al CNS.
"Podrían volver a internarlo o liberarlo", dijo Spitzer. "Pero al menos ahora sabremos dónde está".
Eso se debe a que la Oficina del Fiscal General del estado estuvo de acuerdo con el análisis realizado por la oficina de Spitzer de que a Smith se le dijo por error que ya no tenía que registrarse como delincuente sexual. El gobernador Gavin Newsom emitió una orden ejecutiva para que los fiscales estatales entreguen a Smith documentación exigiendo que se registre como delincuente sexual, dijo Spitzer.
"Revisaron el documento que presentamos y acordaron que tiene que registrarse", dijo Spitzer.
Los archivos de Smith sobre una condena en 1983 habían sido eliminados, pero todavía había papeleo en otro caso de mediados de la década de 1980 que mostraba que fue condenado por un delito sexual que le obligó a registrarse como delincuente sexual por el resto de su vida, dijo Spitzer.
En el otro caso, el delito por el que fue condenado ya no requiere que los acusados se registren como delincuentes sexuales, dijo Spitzer.
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"Lo más importante es que ahora tendrá que registrarse", dijo Spitzer.
Según la carta del Fiscal General Xavier Becerra, el Tribunal Superior del Condado de Orange "informó" a su oficina que "no se encontraron antecedentes penales relacionados con esta persona".
Becerra dijo que su oficina "diligentemente" trabajó para obtener documentación del historial criminal de Smith y obtuvo un registro que respalda el requisito de Smith de registrarse como delincuente sexual.
Smith se presentó en Garden Grove el lunes y luego se mudó a Santa Ana, pero para el miércoles ya se había mudado a una instalación en Costa Mesa. Fue su octava parada desde que salió del Hospital Estatal de Coalinga el 14 de julio.
Smith fue perseguido por protestas cada vez que paraba, que incluyeron estancias en los condados de Orange, Riverside y San Diego.
Smith pasó 21 años en el Hospital Estatal de Coalinga por fantasear abiertamente con violar y matar a niños.
"Al no renovar el compromiso, el hospital estatal determinó que el Sr. Smith ya no era un peligro para los demás", dijo la abogada de Smith, Staycie Sena, en un comunicado. "Ha recibido décadas de tratamiento. Debemos confiar en el proceso de rehabilitación.
"El Sr. Smith está bajo vigilancia policial constante, está cooperando plenamente con varias agencias de la ley y está trabajando con profesionales de la salud mental para garantizar la seguridad de la comunidad".
Sena le dijo a CNS en un correo electrónico que los manifestantes que se habían reunido fuera de varios lugares donde se alojaba Smith estaban poniendo en peligro la seguridad pública.
"Por favor, comprenda que al seguir persiguiéndolo, está contribuyendo a un posible desastre comunitario", dijo Sena. "Lo vigilan de cerca los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y trabaja en estrecha colaboración con los profesionales de la salud mental.
"Revelar su paradero para que aparezcan multitudes enojadas no es beneficioso para nadie y solo aumenta el riesgo de daño a la comunidad".
Después de su alta del hospital estatal, Smith se quedó en Los Ángeles por una noche antes de dirigirse a Orange, donde se registró en un hogar de transición el 16 de julio, dijo el sargento Phil McMullin del Departamento de Policía de Orange.
Spitzer y la presidenta de la Junta de Supervisores del Condado de Orange, Michelle Steel, emitieron una declaración la semana pasada sobre Smith y enviaron una carta a Newsom pidiendo ayuda para investigar por qué Smith ya no estaba obligado a registrarse como delincuente sexual a pesar de una condena y el requisito de hacerlo en 1985.
Smith se declaró culpable en 1985 de un delito menor de delito sexual contra un niño, y le exigió que se registrara como delincuente sexual por el resto de su vida, dijo Spitzer.
Sin embargo, en 2005, ese requisito se levantó por una razón desconocida, dijo Spitzer.
"Necesitamos investigar esto y saber por qué ya no es un 290 de por vida", dijo Spitzer, refiriéndose al código de la ley que exige que los delincuentes sexuales se registren con las autoridades para que puedan ser rastreados.
"Creemos que es un registrante de por vida", dijo Spitzer.
Smith fue internado en el Hospital Estatal de Patton en San Bernardino en 1999 en un estado de espera psicológico cuando su esposa le dio a un psiquiatra una carta que su esposo escribió que describía actos sexuales que fantaseaba cometer con un niño de 7 años en su vecindario en Costa Mesa, según los fiscales.
Según los fiscales, el estado lo mantuvo encerrado en un hospital estatal bajo un compromiso civil que concluyó que era un peligro para los niños. Según esa ley, tuvo la oportunidad de buscar la liberación en un juicio cada seis meses.
Sin embargo, durante las audiencias testificó que sigue fantaseando con agredir sexualmente y matar a niños, dijeron los fiscales.
"Se hace llamar Sr. RTK", que significa Violación, Tortura, y Matanza en inglés, dijo Spitzer. "Eso es lo que creo que lo ha mantenido adentro. Él dice: ‘Si no me cortas el pene y las manos, volveré a molestar’".
