El Departamento de Policía de Los Ángeles dijo el martes que un oficial fue despedido por negarse a participar en el programa de vacunación obligatoria de la Ciudad para empleados, lo que ha permitido que miles de trabajadores no vacunados permanezcan en servicio mientras esperan decisiones sobre sus solicitudes de exención médica o religiosa.
Siete oficiales adicionales enfrentaban el despido en una Junta de Derechos, una junta interna de juicios administrativos de la policía, según la subdirectora de LAPD, Bea Girmala.
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El programa de vacunas de la ciudad requería que todos los empleados informaran sobre su estado de vacunación y, si no estaban vacunados, solicitaran una exención religiosa o médica antes de la fecha límite en diciembre.
A partir de esta semana, 2049 empleados de LAPD, o alrededor del 16% de la fuerza laboral, no estaban vacunados y esperaban decisiones de exención. Casi el 83% de los empleados del departamento, incluidos los policías y el personal de apoyo, se consideraron completamente vacunados.
En un momento durante el pico de infecciones por COVID-19 en enero, más de 1,000 empleados de LAPD no trabajaron debido a pruebas positivas o exposiciones, dijo el Departamento. A partir de esta semana había 277 empleados recuperándose o aislándose en casa.
