Veinte mujeres presentaron documentos judiciales el miercoles alegando que al menos 10 oficiales de libertad condicional y miembros del personal del condado de Los Ángeles las sometieron a abuso sexual, acoso y violación durante su confinamiento como menores en Camp Joseph Scott.
La demanda aún no oficial del Tribunal Superior de Los Ángeles alega que los abusos tuvieron lugar entre 1996 y 2001 en el centro de detención para menores condenados por delitos penales y operado por el Departamento de Libertad Condicional del condado. El campamento cerró en 2020. En el momento del presunto abuso, Camp Scott albergaba a mujeres de 12 a 18 años.
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“Esta acción busca reivindicar los derechos de numerosas mujeres que fueron abusadas, acosadas y abusadas sexualmente a manos de los funcionarios y empleados adjuntos de libertad condicional del condado de Los Ángeles", afirman los documentos judiciales de los demandantes.
Un representante del condado no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Según los demandantes, el acoso sexual, la agresión y la violación de reclusos infantiles vulnerables por parte de oficiales adjuntos de libertad condicional, que actuaban como guardias, era rampante y los supervisores los ignoraban.
Los supuestos abusos “se cometieron sin otra razón que la de satisfacer los propios deseos sexuales lascivos de los (presuntos) perpetradores a expensas, el sufrimiento y la muerte de menores vulnerables e indefensos'', según los documentos judiciales de los demandantes.
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El abogado de los demandantes, John Manly, dijo que el caso destaca una supuesta cultura de abuso sexual infantil que ha existido en todo el sistema de libertad condicional juvenil del condado de Los Ángeles durante décadas.
"Los niños vulnerables a menudo ingresan al sistema debido al abuso que han sufrido en el hogar o en las calles", dijo Manly en un comunicado.
“El sistema de libertad condicional debería ofrecer a estos delincuentes juveniles justicia restaurativa en lugar de perpetuar su ciclo de abuso. Debe exponerse la conducta delictiva de quienes usaron sus posiciones de autoridad para agredir sexualmente a estos niños. Estas personas despreciables y quienes las habilitaron deben rendir cuentas”.
Los oficiales de libertad condicional del condado de Los Ángeles son responsables de proteger a 3,000 jóvenes en 21 centros y campamentos en uno de los sistemas de justicia juvenil más grandes del país.
Durante las últimas dos décadas, las instalaciones del Departamento de Libertad Condicional han estado plagadas de acusaciones de acoso sexual, abuso sexual y violación de niños y niñas por parte de oficiales y empleados, tanto hombres como mujeres, alegan los demandantes.
Como resultado de los presuntos abusos, los demandantes ahora carecen de confianza en los hombres y las figuras de autoridad, luchan con las relaciones interpersonales, sufren náuseas y dolores de cabeza, experimentan escenas retrospectivas y tienen dificultad para dormir, según los documentos judiciales de los demandantes.
