Mientras continúan las negociaciones en Washington, D.C., la Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles instó este martes al Congreso a aprobar fondos adicionales de COVID-19 para garantizar el acceso continuo a las vacunas, las pruebas y la atención de los pacientes con el virus.
La junta aprobó por unanimidad una moción de la supervisora Hilda Solís para instar formalmente al presidente Joe Biden y a los miembros del Congreso a negociar un acuerdo que continúe financiando las medidas de salud contra el COVID-19.
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“Durante los últimos dos años, los fondos federales de ayuda por el COVID-19 han sido fundamental para apoyar nuestros esfuerzos en el condado de Los Ángeles para combatir esta pandemia sin precedentes”, dijo Solís en un comunicado después de la votación.
“Con estos recursos, nuestro condado, con nuestros centros de salud, hospitales y socios comunitarios calificados a nivel federal, ha creado una extensa red de pruebas, apoyó un esfuerzo de vacunación masivo con sitios de vacunación móviles y a gran escala, distribuyó PPE a nuestros más vulnerables, entregó terapias y tratamientos que salvan vidas para las personas con COVID-19”, explica Solís en el comunicado.
Agregó: “Estos fondos fueron esenciales y nos ayudaron a brindar servicios a los más necesitados, incluidas las comunidades de bajos ingresos y las comunidades de color”.
La votación de la junta se produjo un día después de la noticia de que los líderes del Congreso habían llegado a un acuerdo tentativo sobre un paquete de financiación de respuesta del COVID-19 de $10 mil millones.
El total está muy por debajo de la solicitud de financiamiento original de $22,5 mil millones de la Casa Blanca y por debajo de un acuerdo más reciente de $15 mil millones.
La reducción de fondos representó principalmente dinero que se usaría para combatir el virus fuera de Estados Unidos.
Los funcionarios del condado de Los Ángeles han expresado su preocupación en las últimas semanas sobre los posibles recortes en los fondos federales a nivel nacional que podrían obstaculizar las medidas continuas de control del COVID-19, sobre todo para brindar acceso a pruebas y vacunas, y para el tratamiento de pacientes sin seguro.
Solís escribió en su moción que una reducción en los fondos federales obligará a las agencias de atención médica que atienden a los residentes "vulnerables" a "absorber los costos, rechazar a las personas o retirarse de la importante red que el condado ha construido para las pruebas, la administración de vacunas y el tratamiento".
Hablando ante la junta el martes, la directora de Salud Pública, Bárbara Ferrer, reiteró que las tasas locales de casos y hospitalizaciones de COVID-19 se han reducido drásticamente desde el aumento invernal, aunque la disminución en el número de infecciones se ha estabilizado.
Señaló que durante la semana pasada, el promedio diario en siete días, de casos nuevos fue de 783, un aumento del 19% con respecto a la semana anterior.
Sin embargo, el promedio de muertes diarias se mantuvo bajo en 14 por día, casi la mitad del promedio de 27 por día, hace dos semanas.
Las hospitalizaciones también se han mantenido bajas, dijo. Según las cifras del estado, se reportaron 297 pacientes positivos para COVID-19 en los hospitales del condado de Los Ángeles hasta el martes, frente a los 287 del día anterior. Había 42 de esos pacientes en cuidados intensivos, uno menos que el día anterior.
Ferrer reportó el martes 708 nuevos casos de COVID-19, junto con 12 muertes adicionales relacionadas con el virus. Las nuevas cifras le dieron al condado un número total de muertes de 31,722 y un total de casos acumulados de 2,837,430.
La tasa diaria promedio de personas que dieron positivo por el virus fue 0,8% a partir del martes, aproximadamente el mismo nivel que las últimas semanas.
Ferrer señaló que ha habido un repunte reciente de casos en las aulas escolares. Dijo que la semana pasada, solo se informaron cuatro brotes en el aula, pero para la semana del 28 de marzo al domingo, se informaron 10. Y solo el lunes, se informaron seis nuevos brotes en salones de clase.
“Aunque no vemos aumentos significativos en el número de estudiantes y el personal que están dando positivo a través de pruebas de rutina, estamos viendo un fuerte aumento en los brotes escolares”, dijo.
Ferrer señaló que el condado sigue recomendando encarecidamente que las personas usen tapabocas en el interior de las escuelas, aunque no son obligatorias.
El condado también recomienda que las escuelas de todo el condado realicen pruebas semanales para los estudiantes y el personal no vacunados.
