Una comisión de la alta jerarquía eclesiástica directamente del vaticano llegará a México próximamente para investigar las denuncias sobre abusos sexuales cometidos en ese país por sacerdotes de la Iglesia católica.
La visita de esta misión especial se realizará del 20 hasta el 27 de marzo. Durante esa semana los prelados se reuniran no solo con la alta jerarquía de la Iglesia católica de México, también entrevistarán a presuntas víctimas y testigos.
“La realidad es que es muy positivo esto para un ejemplo y un alto a las personas que cometen ciertos abusos”, dijo José Pérez, un feligrés.
Los prelados designados por el vaticano son el arzobispo Charles Scicluna y monseñor Jordi Bertomeu, los mismos que en el 2018 investigaron las acusaciones contra la Iglesia católica de Chile y su presunta protección de curas pedófilos. Eso culminó con la renuncia de 31 de los obispos de la conferencia episcopal de ese país, de las cuales ocho fueron aceptadas por el papa Francisco.
“Si, en todo caso se tiene que investigar para llegar a la verdad, desgraciadamente es muy triste todo lo que está pasando”, dijo Benito Muñoz, otro fiel católico.
Representantes de la Red de Sobrevivientes de Abusos de Sacerdotes (SNAP) señalaron que no esperan que en México se produzca la misma respuesta que se vivió en el caso de Chile, ya que aseguran que en México la influencia política de la Iglesia es muy poderosa.
“Es una desgracia lo que ha hecho la Iglesia católica en México... ¿Que va hacer la Iglesia con la información? Yo no pienso que la Iglesia vaya a hablar con las autoridades, la policía. Yo no pienso que la Iglesia vaya a meter sus propios curas a la cárcel”, dijo Manuel Vega, representante de SNAP.
Local
Aun así, hay feligreses que todavía apoyan y defienden a la Iglesia católica.
“A veces también hay calumnias porque persiguen a la Iglesia católica, la persiguen pero no será vencida”, dijo Ana María de la Torre.
Por su parte, la arquidiócesis de México a través de un comunicado señaló que “es una misión que busca beneficiar a los más pequeños y vulnerables impulsandonos como iglesia. Confiamos en que servirá para mejorar la respuesta a estos casos, buscando la acción de la justicia civil y canónica bajo el principio de ‘tolerancia cero’ para que ningún caso quede impune”.
