Gran preocupación por impacto de huracán Patricia

Gran preocupación por impacto de huracán Patricia

LOS ÁNGELES (California) - Autoridades del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles confirmaron la cancelación de varios vuelos, como medida de prevención ante la llegada del huracán Patricia a costas de México.

Para una lista de vuelos cancelados, así como aquellos que sufran algún tipo de retraso, presiona aquí.

Patricia tocó tierra el viernes en el oeste de México como un poderoso huracán categoría 5 que trajo lluvias y vientos ciclónicos, tras convertirse en la mayor tormenta jamás registrada.

Los meteorólogos advirtieron que Patricia tenía el potencial de provocar daños "catastróficos", aunque las autoridades mexicanas reportaban la noche del viernes sólo algunas inundaciones y deslaves sin un registro de víctimas hasta ahora.

Las imágenes de televisión de algunas zonas de la costa del Pacífico mexicano mostraron árboles y postes derribados, así como calles inundadas.

El vórtice de Patricia tocó tierra en una zona relativamente poco poblada de la costa del estado occidental de Jalisco, cerca de la comunidad de Cuixmala.

La población más cercana al lugar al que llegó el huracán es la ciudad portuaria de Manzanillo, donde la televisión local mostró fuertes vientos que sacudían los árboles.

El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos señaló que la tormenta se había debilitado, aunque se mantenía en categoría cinco. Patricia llegó a presentar vientos de hasta 200 millas por hora y después de entrar a tierra bajó a 165 millas.

Patricia avanzaba tierra adentro sobre una región montañosa donde se encuentran algunas pequeñas comunidades con riesgos de inundaciones y deslaves, pero también problemas de comunicación.

Se espera que la tormenta se debilite rápidamente al pasar por las montañas, pero las autoridades advirtieron que el peligro no ha terminado.

"Patricia ya en tierras mexicanas sigue avanzando y sigue siendo extremadamente peligroso", señaló el coordinador nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente, en su cuenta de Twitter. "Mantente informado y sigue recomendaciones".

Miles de personas, tanto mexicanos como turistas extranjeros, se resguardaron en cientos de refugios habilitados por el gobierno.

En un refugio de la Cruz Roja del balneario turístico de Puerto Vallarta, Wendi Mozingo y su familia, siete personas en total, se sentaban en círculo y trababan de comprender instrucciones en un idioma que no manejan. Uno de los niños se concentraba sobre un libro. En el resto, se nota la tensión. Manos que se frotan. Miradas intensas.

Son parte de las 88 personas que esperaban en el albergue la llegada del mayor huracán de la historia de México: ancianos en sillas de ruedas, niños que se recuestan sobre sus padres o en colchones en el suelo de la habitación, un lugar de techos altos donde cuatro ventiladores colgados del techo empujan el aire, pesado y húmedo para que las horas pesen algo menos.

De ser una tormenta tropical, Patricia pasó el jueves rápidamente a convertirse en un huracán. En un rango de 30 horas se convirtió en una tormenta categoría 5 que rompió el récord del mayor registrado en el continente americano, con una presión central de 880 milibares y vientos sostenidos de 200 millas por hora, aunque las autoridades mexicanas aseguraron que alcanzó los 400 kilómetros por hora.

A continuación se puede ver un mapa de México que muestra con detalle todos los refugios disponibles para damnificados por el huracán Patricia:

La fuerza de Patricia era comparable a la del tifón Haiyan, que hace dos años dejó más de 7,300 muertos o desaparecidos en Filipinas, según la Organización Mundial Meteorológica de Naciones Unidas.

En Puerto Vallarta, en el estado occidental de Jalisco, la gente reforzó las entradas de sus casas con sacos de arena y maderas en ventanas y puertas, mientras los hoteles retiraban sillas y cualquier otro objeto en la playa.

Camiones de bomberos y ambulancias recorrieron las calles de Puerto Vallarta con las sirenas encendidas para pedir que evacuaran la zona.

El secretario de Gobernación de México, Miguel Ángel Osorio, dijo en Radio Fórmula que las autoridades estaban especialmente preocupadas por la seguridad de las personas en Puerto Vallarta y en la localidad vecina de Bahía de Banderas, en el estado de Nayarit. Pero por la noche no había reportes de mayores daños en esas localidades.

Las autoridades declararon el estado de emergencia en decenas de localidades de los estados de Colima, Nayarit y Jalisco, incluidos Manzanillo y Puerto Vallarta. El gobernador de Colima ordenó el cierre de las escuelas el viernes.

El director de la Comisión Nacional de Agua de México, Roberto Ramírez, dijo que Patricia tiene fuerza suficiente para alzar automóviles, destruir viviendas que no estén construidas con cemento reforzado y arrastrar a las personas que se encuentren a la intemperie. Ramírez dijo que la gente en mayor peligro será la que se encuentre en la costa, principalmente la del estado de Jalisco.

Según el secretario de Turismo Enrique de la Madrid cerca de 15,000 turistas se encontraban ayer en Nayarit, 60% nacionales y 40% extranjeros.

"Estimamos que antes de que llegue el huracán la mitad haya llegado a Guadalajara", dijo.

Enrique Ochoa, director General de la Comisión Federal de Electricidad, dijo que en la zona donde impactará el Huracán está programado el corte de electricidad desde las 4:00 de la tarde. La interrupción afectará a las zonas que van desde Puerto Vallarta a Manzanillo, en el estado de Colima, y se están estableciendo plantas de emergencia para que la electricidad ser restablecida tras el paso del huracán en lugares estratégicos como hospitales y clínicas y centros de distribución de agua.

Según el censo de 2010, en el estado de Jalisco viven 7.3 millones de personas, 255,000 de ellas en la ciudad de Puerto Vallarta. En el estado de Colima habitan 650,000 personas, y en la ciudad de Manzanillo, la que las autoridades prevén resulte más afectada, 161,000.

Uno de los huracanes más devastadores hasta ahora en México golpeó en 1959 en las costas de Colima y dejó al menos 1,500 muertos, según registros del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).

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