Coronavirus

Campesina cuenta su odisea con el coronavirus

La madre de cinco hijos, además de haber sufrido fuerte malestar, tuvo que cuidar a sus niños sola.

Telemundo

Una madre soltera que trabaja en la pisca de fresas en Oxnard, contrajo el COVID-19 y tuvo que dejar de trabajar, a pesar de ser el principal sustento de su familia.

La madre de cinco hijos, además de haber sufrido fuerte malestar, tuvo que cuidar a sus niños sola, porque aunque ellos no han contraído la enfermedad, todos tienen que estar aislados preventivamente y están en cuarentena

“Yo quería llorar y me dio miedo”, dijo Paulina Espinoza, contagió el coronavirus.

Espinoza dijo que ya solo le queda la tos, por 10 días ha batallado contra el virus.

Agregó que padeció de otros síntomas incómodos cómo mucha sed, de repente mucha calor, además del fuerte dolor del cuerpo.

Tras dar positivo a la prueba de COVID-19, cómo madre soltera, no tuvo opción de renunciar al cuidado de sus hijos.

“Tenía que parar a cocinarles aun sintiéndome mal”, señaló Espinoza.

Espinoza, originaria de Oaxaca, y que ha laborado siempre en la pisca de fresas confesó que antes de enfermarse, pensaba que el coronavirus no era algo real

“Yo pensaba que los gobiernos se lo habían inventado, pero ahora lo sufró en carne propia”, agregó.

Ahora Espinoza dijo que quiere advertirle a otros compañeros del campo, que tomen mucha precaución, tomando distancia, que se cubran la cara y se laven mucho las manos.    

Y es que muchos dan prioridad al trabajo y no a la salud, según Espinoza.
 
“Como nos pagan por contrato, y nos vale, porque queremos seguir trabajando”, dijo Espinoza.

Como trabajadora esencial, Espinoza califica para un pago por sus días de enfermedad, el cual ya solicitó  a su empleador.

“Me van a pagar 80 horas”, confirmó Espinoza. 

Tras la odisea que vivió, Espinoza quizo enviar el siguiente mensaje:
“Si usted no tiene que salir, no lo haga, quédese con sus hijos que son lo más importante”.

Espinoza en su incredulidad del coronavirus dijo que a ella ni siquiera conocía a nadie que la hubiera contagiado, pues, resultó que dos amigos cercanos también tienen el virus.

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