Después de recibir su dosis de la vacuna Johnson & Johnson COVID-19 de una sola dosis, el gobernador Gavin Newsom dijo el jueves que un problema de fabricación que arruinó 15 millones de dosis de la vacuna no se espera que afecte el suministro estatal de la vacuna durante al menos tres semanas.
Pero después de eso, “es una pregunta abierta”, dijo Newsom a los periodistas en Baldwin Hills Crenshaw Plaza. El problema de fabricación ocurrió en una planta en Baltimore. Newsom señaló que la vacuna que recibió el jueves por la mañana en una clínica móvil de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias provenía de los Países Bajos.
Manténte al tanto de las noticias locales y del estado del tiempo. Suscríbete a nuestros newsletters gratuitos aquí.
“Nuestra ventana de tres semanas en Johnson & Johnson no se ha visto afectada por este problema de fabricación en Baltimore”, dijo Newsom. “Lo que significa...anticipamos recibir 572,700 dosis la próxima semana de J & J 215,400 una semana después y 215,400 la semana siguiente. Esa es la ventana en la que nos han dado confianza para decir que es segura”.
Se busca la vacuna Johnson & Johnson porque solo requiere una dosis, a diferencia del régimen de dos inyecciones, espaciadas de tres a cuatro semanas, que se requiere con los medicamentos Pfizer y Moderna.
El estado espera recibir 2.4 millones de dosis de Pfizer/Moderna la próxima semana, y Newsom señaló que eso es superior a hace dos semanas, cuando al estado se le asignaron 1.8 millones.
Hasta el jueves, se han administrado más de 18 millones de dosis de vacuna en todo el estado, y Newsom dice que alrededor del 31% de los californianos han recibido al menos una dosis.
También hasta el jueves, se han administrado más de 3.6 millones de dosis de vacunas en las comunidades de menores ingresos y más afectadas del estado. Cuando ese número alcance los 4 millones, el estado volverá a facilitar que los condados avancen a niveles menos restrictivos en el Plan para una economía más segura, que guía la reapertura de negocios durante la pandemia.
El condado de Los Ángeles se encuentra en el nivel naranja de esa matriz, gracias a una tasa promedio de casos nuevos de COVID diarios de 3.1 por cada 100,000 residentes.
Según los requisitos actuales, el condado no puede avanzar al nivel amarillo menos restrictivo hasta que esa tasa caiga por debajo de 1 por cada 100,000 residentes. Pero cuando el estado alcance el hito de 4 millones de vacunaciones en las comunidades más afectadas, el requisito aumentará a 2 por cada 100,000 habitantes.
La tasa de positividad de las pruebas del condado para la población en general y en las comunidades más afectadas ya cumple con los requisitos del nivel amarillo.
