Aproximadamente el 80% de los residentes del condado de Los Ángeles tendrán que recibir una vacuna COVID-19 para que el área alcance un punto de la llamada “inmunidad colectiva”, dijo el miércoles el director de salud pública del condado mientras mostraba una serie de estadísticas con la esperanza de aliviar los temores de las personas que pueden seguir dudando en vacunarse.
Hasta el domingo, se han administrado en el condado un total de 6,488,391 dosis de la vacuna contra el COVID-19. Ese número incluye a las personas que viven o trabajan en el condado. De ese total, más de 2.3 millones fueron segundas dosis, lo que significa que esas personas están completamente vacunadas.
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Alcanzar la inmunidad colectiva requerirá que el 80% de los residentes elegibles se vacunen, o aproximadamente 8 millones de personas, dijo la directora de Salud Pública Barbara Ferrer.
“Obviamente, los números que compartí hoy son muy alentadores”, dijo. “Tenemos casi 6.5 millones de dosis disponibles. Más de 4 millones de personas que ya han recibido al menos una dosis. Así que estamos haciendo un gran progreso, pero diríamos que para lograr la inmunidad colectiva vamos a tener que acercarnos al 80%”.
Dijo que el condado ha hecho grandes avances en las últimas 10 semanas para aumentar vacunas entre las comunidades latinas, negras y otras que se han visto más afectadas por la pandemia.
Durante ese período de tiempo, el condado ha visto un aumento del 170% en la tasa de vacunados residentes negros de 65 años o más. Entre los residentes negros de 16 años o más, la tasa aumentó más del 300%.
Entre los residentes latinos, la tasa ha aumentado en más del 400% entre las personas mayores de 16 años.
Hasta el 16 de abril, aproximadamente la mitad de los residentes blancos, asiáticos e indios americanos/nativos de Alaska elegibles en el condado habían recibido al menos una dosis. Sin embargo, a medida que aumenten las cifras, el problema de la vacilación ante las vacunas se convertirá en un problema mayor.
Ferrer ofreció una serie de estadísticas para mostrar la efectividad de las vacunas.
Señaló que antes de las vacunas, aproximadamente uno de cada 10 residentes del condado estaba infectado con COVID, mientras que la tasa posterior a la vacuna a nivel nacional es ahora de aproximadamente uno en 13,275.
El riesgo de morir de COVID ha pasado de aproximadamente uno en 500 a aproximadamente uno en 1 millón, dijo. “Si está buscando una manera de reducir drásticamente su riesgo de infectarse con COVID o morir por COVID, recibir una vacuna es una herramienta excepcionalmente poderosa para hacer precisamente eso”, dijo.
Pero para las personas que siguen dudando en vacunarse, por temor a posibles efectos secundarios, Ferrer sugirió que las personas examinen otros comportamientos mucho más riesgosos en los que los residentes participan con regularidad.
“Por ejemplo, el riesgo de morir durante un viaje de 200 millas en automóvil en el estado de California es aproximadamente uno en un millón”, dijo. “Y si alguien te dijera que te llevarán de vacaciones a Monterey con todos los gastos pagados, probablemente irías. Y nuestras posibilidades de contraer una intoxicación alimentaria cada año son de aproximadamente una de cada seis, pero todavía nos sentimos cómodos comiendo en la casa de un amigo o en nuestro restaurante favorito.”
“Mientras tanto, el riesgo de tener un efecto secundario grave de la vacuna COVID es de aproximadamente uno en un millón”, dijo. “Asumimos estos pequeños riesgos todos los días a medida que avanzamos en nuestras vidas, porque sabemos que lo que hay al otro lado es muy valioso. De manera similar, el regreso a la normalidad que está al otro lado de la vacunación vale la pena. Espero que todos hablen con su familia y sus amigos acerca de vacunarse lo antes posible”.
Ferrer anunció el miércoles otras 35 muertes por COVID-19 en el condado, elevando la cifra acumulada de muertes a 23,702.
El condado confirmó otros 439 casos nuevos, lo que elevó el total general de toda la pandemia a 1,229,998.
Según cifras estatales, hubo 468 personas hospitalizadas en el condado de Los Ángeles debido a COVID, frente a las 484 del martes. El número de personas en cuidados intensivos fue de 111, frente a los 109 del martes.
