"Ando buscando un amigo para que me ayude a subir un mueble".
Así empieza la propuesta de un peligroso asaltante que termina engañando a personas de buen corazón a punto de pistola. El hombre es buscado por la policía de Los Ángeles como sospechoso de múltiples robos en el Valle de San Fernando.
Genaro Castro relata cómo cayó en la trampa tras aceptar ayudarle a subir el mueble.
"Ya cuando se paró me dijo ¿traes cambio? Sacó un billete de $50 y yo saqué mi dinero para darle cambio y el me dice, ‘Dámelo todo… dámelo todo’, y sacó la pistola. ‘Llévate el dinero’, le dije", dijo Castro.
Pero la historia de Castro es tan solo uno entre una larga lista de robos cometidos por el mismo individuo. Al menos otros 17 atracos desde mayo del 2018 fueron perpetrados con el mismo método, a bordo de diferentes vehículos, según oficiales.
El sospechoso es descrito como un hombre latino de aproximadamente 48 años de edad, de 5 pies y 6 pulgadas de altura y 200 libras. Las autoridades están ofreciendo una recompensa de $15 mil para quien proporcione información que lleve a su captura.
El último incidente sucedió apenas el 8 de febrero. Generalmente suceden en áreas como Pacoima, Van Nuys, Arleta o Panorama City.
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"El sospechoso les pide, ‘¿Me haces un favor? Te quiero ofrecer dinero para ayudarme a mover unos muebles’”, explica Mike López, portavoz del Departamento de la Policía de Los Ángeles. “Se sube en el carro y se va con el sospechoso. Ahí es cuando lo lleva a otro lugar y saca un arma".
Las autoridades ahora cuentan con imágenes en las que se observa al sospechoso, cazando a una de sus presas. Aparentemente el sujeto le pide ayuda a un hombre para realizar una mudanza, y la víctima accede y se sube al vehículo sin imaginar que se trata de un asaltante que a punta de pistola le robará su dinero.
"Todas las víctimas son hombres latinos y son trabajadores que van y cambian su cheque de empleo de donde están trabajando en lugares por todo el Valle", dijo López.
El oficial López señala que en uno de los casos la víctima se rehusó a hacer lo que el asaltante exigía, por lo que este sacó el arma de fuego para obligarlo a subir a su vehículo. Ese incidente se considera un delito de secuestro.
"Lo bueno es que a mí no me pasó nada. Ojalá lo agarren, al rato va a andar hacienda lo mismo", dijo Castro.
