What to Know
- El demandante, identificado solo como John CJ Doe, alegaba abuso sexual infantil y negligencia.
- La demanda se presentó en mayo de 2015 y también acusaba a la Iglesia de St. Louise de Marillac y al Reverendo Christopher Cunningham.
- Cunningham tomó una licencia de ausencia en 2006 y no ha estado en el ministerio desde entonces.
Un joven que alega que fue abusado sexualmente por un pastor en la iglesia católica a la que asistió en Covina resolvió su demanda contra la Arquidiócesis de Los Ángeles, informó su abogado a un juez.
El demandante, identificado solo como John CJ Doe, alegaba abuso sexual infantil y negligencia. Los abogados informaron al juez de la Corte Superior de Los Ángeles, Holly Kendig, que el caso se resolvió, pero no se divulgaron los términos. Kendig escuchó mociones previas al juilio la semana pasada antes del acuerdo.
La demanda se presentó en mayo de 2015 y también se nombró como acusados a la Iglesia de St. Louise de Marillac y al Reverendo Christopher Cunningham. El demandante alegó que Cunningham lo maltrató en 2001 y 2002 cuando Doe tenía 12 y 13 años.
La arquidiócesis emitió una declaración sobre el acuerdo.
“La arquidiócesis no supo de ninguna acusación de conducta sexual inapropiada por parte del padre Cunningham hasta 2015, cuando se presentó la reclamación inicial, y no tuvo conocimiento de las reclamaciones adicionales hasta que recientemente fue asesorada por el abogado de los demandantes'', se lee en el comunicado.
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"El padre Cunningham ha estado inactivo y fuera del ministerio desde 2005 después de que la archidiócesis recibió denuncias de violaciones indebidas de límites con respecto al padre Cunningham en agosto de 2005".
El asunto fue investigado de acuerdo con la política de la archidiócesis y se hizo un anuncio sobre las acusaciones en la parroquia del Padre Cunningham informando a la comunidad parroquial, agregó la arquidiócesis.
Cunningham tomó una licencia de ausencia, no ha estado en el ministerio desde entonces y continúa negando todas las acusaciones que se han afirmado en las quejas presentadas, según la archidiócesis.
Cunningham tenía 42 años cuando fue reasignado a la Iglesia Católica Asunción en Ventura en 2004, según los informes publicados en ese momento. Los partidarios de Cunningham enviaron 8,000 cartas a la Arquidiócesis Católica Romana de Los Ángeles suplicando no expulsar a su pastor, según los informes. Protestaron en la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles en el centro de Los Ángeles y sostuvieron reuniones para idear un plan para salvar a Cunningham.
Sin embargo, a los feligreses de St. Louise de Marillac no se les dio una explicación de la arquidiócesis de por qué se transfirió al pastor, declaró la demanda.
“A los feligreses no se les dijo que su expulsión tenía que ver con una acusación de abuso sexual de un niño", según la denuncia. "Más bien, la (arquidiócesis), a través del (anterior) cardenal Roger Mahony, citó públicamente la inestabilidad emocional de Cunningham, su dureza en el ejercicio de la autoridad y su intervención en una investigación de la iglesia".
Mahony “reconoció públicamente que era consciente de que Cunningham había convencido a otros para que guardaran silencio sobre las malas acciones de Cunningham", según la demanda.
En lugar de anunciar el motivo de su partida, la arquidiócesis permitió que Cunningham "animara a la comunidad parroquial para que lo apoyara", según la demanda.
Cunningham fue retirado del ministerio activo dentro de la arquidiócesis en 2006, pero no se dio ninguna razón para la acción hasta 2013, cuando fue incluido en una lista de sacerdotes con acusaciones creíbles de abuso sexual contra ellos, destacaba la demanda.
“El aviso fue enterrado dentro de miles de páginas de archivos personales de sacerdotes que abusaban de los niños que habían sido ordenadas por los tribunales", indicaba la demanda.
La arquidiócesis no reveló por qué Cunningham fue retirado de la parroquia de Covina por temor a que sus presuntas víctimas se presentaran y que se iniciaran casos penales y civiles, destacaba la demanda.
“En cambio, los acusados se han contentado con que las víctimas del padre Cunningham sufran en silencio creyendo que están solos", señalaba la demanda.
La arquidiócesis sabía que se habían presentado quejas anteriores sobre Cunningham antes de que terminara su presunto abuso del demandante y que el sacerdote regularmente tenía niños menores de edad en la residencia de su iglesia, según la demanda. También fue con los niños al cine, a Starbucks y en otras salidas sin tener un acompañante presente, según la demanda.
