Decenas de personas se congregaron frente al centro de detención metropolitano de Los Ángeles donde hicieron un llamado a líderes políticos para que reunifiquen a los más de dos mil niños que fueron separados de sus padres cuando cruzaron ilegalmente la frontera con México.
“Hay más de dos mil niños que están olvidados en las jaulas, ya separados de las familias, tenemos que reunirlos con sus familias”, dijo Argelia García, una manifestante.
Aunque el presidente Trump firmó la orden ejecutiva el miércoles para frenar que los niños sean separados de sus padres, los manifestantes aseguran que no bajarán la guardia.
“Sabes que no más es una distracción para que la gente no sepa que quieren más deportaciones y separar a más gente”, dijo el activista pro inmigrante, Édgar González.
José Montes, quien fue detenido cuando era pequeño, recordó que la separación de su familia le causó mucha ansiedad y miedo, ya que no sabía si los iban a dejar salir.
Según organizaciones pro inmigrantes locales, de los casi 2,300 niños que ya fueron separados bajo la política de “cero tolerancia” de la administración de Trump, cerca de 100 niños se encuentran en el área de Los Ángeles.
Los activistas afirman que la mayoría de estos niños tiene nueve años o menos, y están alojados en refugios de detención u hogares de crianza bajo la supervisión de albergues contratados por el gobierno.
Desde el 2014, miles de niños centroamericanos comenzaron a cruzar la frontera huyendo de la violencia en sus países. El condado de Los Ángeles ha sido uno de los que más ha recibido a estos menores. En el 2017, tres mil niños fueron patrocinados.
