La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) y otros grupos están demandando al gobierno de Estados Unidos por condiciones en la prisión federal en Terminal Island en San Pedro, donde cerca de la mitad de los reclusos han dado positivo por el coronavirus.
La ACLU del sur de California, la Oficina de Derecho Penitenciario y el bufete de abogados Bird Marella presentaron demandas colectivas el viernes en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en Los Ángeles en nombre de las personas encarceladas en la Institución Correccional Federal, Terminal Island, y también en la instalación de correcciones del gobierno federal en Lompoc.
Ambas demandas solicitan al tribunal que ordene a las cárceles que liberen a las personas que tienen afecciones médicas vulnerables que podrían provocar enfermedades graves o la muerte por infecciones con COVID-19. Las excepciones serían las personas que presentan riesgos graves o peligro para los demás.
Para aquellos que permanecen, la demanda pide que las prisiones proporcionen un espacio adecuado para 6 pies o más de distanciamiento social. También solicita que las personas reciban, sin cargo, suministros individuales de jabón de manos y toallas de papel, y acceso a desinfectantes de manos, duchas diarias y ropa limpia diaria, además de otras medidas.
Las demandas afirman que las condiciones en las instalaciones constituyen una violación de la Octava Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos que protege contra castigos crueles e inusuales.
Cientos de presos, un número menor de miembros del personal han dado positivo por COVID-19 en Terminal Island. Al menos siete reclusos han muerto por complicaciones relacionadas con el virus.
“Esta crisis nunca debe haber alcanzado proporciones tan horribles. A través de una serie de demoras desmesuradas, errores y fallas en seguir las pautas oficiales, la situación empeoró inimaginablemente”, dijo el capítulo de Los Ángeles de la ACLU en un comunicado el domingo.
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“Y aún así, los funcionarios de la prisión de Terminal Island y Lompoc se niegan a tomar medidas correctivas adecuadas, que incluyen los aprobados por el Congreso de los Estados Unidos y la oficina del Fiscal General”.
Los intentos de comunicarse con los funcionarios en las instalaciones de Terminal Island no tuvieron éxito de inmediato.
Los funcionarios de salud del condado de Los Ángeles dicen que todos los reclusos en las instalaciones son examinados para detectar COVID-19, y los números publicados la semana pasada muestran que 552 reclusos se recuperaron después de dar positivo.
La Oficina Federal de Prisiones ha utilizado una instalación de fabricación en la prisión como vivienda ampliada y ha erigido tiendas militares para distanciar a los reclusos unos de otros.
