El misterio de las piedras que “caminan”

Son todo un espectáculo de la naturaleza y están en uno de los parques más importantes de California. Aquí detalles de esta maravilla sin igual.

LOS ÁNGELES (California) - Durante años los científicos han creado teorías sobre cómo se mueven grandes rocas -algunas de ellas que pesan cientos de kilos- en zigzag a través de la playa Racetrack en el Parque Nacional Valle de la Muerte, que dejan largas huellas marcadas en la tierra.

Dos investigadores del Instituto Scripps de Oceanografía de la Universidad de California en San Diego fotografiaron estas "rocas navegantes" que son impulsadas por vientos ligeros a través del antiguo lecho del lago.

Los primos Richard Norris y James Norris informaron en un comunicado que el movimiento es provocado por láminas de hielo que se forman tras raras lluvias nocturnas que se funden cuando sale el sol, lo que hace lodoso y resbaladizo al suelo duro.

El 23 de diciembre de 2013 los primos catalogaron 60 rocas que se movían a través de la superficie plana.

"El movimiento de las rocas observado ocurrió en días claros y soleados, luego de noches en que la temperatura bajó al punto de congelación", escribieron en un reporte publicado en la versión en internet de la publicación científica PLOS ONE.

La conclusión comprueba teorías que se habían planteado desde que los geólogos comenzaron a estudiar las rocas en la década de 1940.

El fenómeno no ocurre a menudo porque las lluvias en ese desierto, especialmente caluroso, son inusuales.

Las rocas se mueven unos 15 pies por minuto, señala el informe.

Richard Norris, un paleobiológo en el Centro Scripps, y James, investigador en ingeniería, lanzaron su "Iniciativa de investigación de las piedras serpenteantes" en 2011, informó el periódico Los Angeles Times.

Tras conseguir los permisos del Servicio Nacional de Parques instalaron una estación climatológica en el área y colocaron en el lugar 15 piedras a las que se había colocado equipo de geolocalización.

Las "piedras con GPS", de las que se registraría el movimiento y su velocidad, fueron colocadas en la parte sur de la playa, donde las rocas comienzan su extraño recorrido tras rodar de un risco.

A finales del último año Richard y James Norris regresaron a revisar los instrumentos.

"Encontramos la playa cubierta de hielo", recordó Richard en el periódico. "También descubrimos nuevas huellas de rocas cerca de hielo delgado apiladas a lo largo de la línea de la costa".

La tarde siguiente "estábamos sentados en la ladera de una montaña y admirábamos el paisaje cuando un viento ligero se levantó y el hielo empezó a resquebrajarse", dijo. "De repente, todo el proceso se desarrolló frente a nuestros ojos".

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