Una mujer pequeña con un talento de altura

Selena Luna ha logrado triunfar, a pesar de los pronósticos desfavorables sobre su salud.

La vida de la actriz y comediante mexicana Selene Luna comenzó con un pronóstico poco favorable que le dieron los médicos a sus padres en Tijuana. 

Los galenos le dijeron que nunca caminarías y que moriría joven. Ese diagnóstico los motivó a cruzar la frontera para buscar un tratamiento para ella. 

“Mi vida en este país empezó con Disneylandia”, cuenta Luna. “La mentira que solamente íbamos a Disneyland era la mentira que mis padres tenían que decir para que yo pueda sobrevivir”. 

Un número creciente de jóvenes y no tan jóvenes, están huyendo del mundo corporativo para unirse a un movimiento que aboga por adquirir independencia económica y jubilarse a una edad temprana.

Selene, junto con sus padres y tres hermanos, llegó a Los Ángeles, donde esta mujer de corta estatura comenzó una lucha por romper barreras. 

“Yo me sentía muy solita los días eran muy oscuros para mí. Era una batalla cada minuto de mi vida”, dice Luna, quien cuenta que no sufrió de negligencia sino de discriminación pero por parte de los adultos. 

Pero esos abusos la fortalecieron y sirvieron de motor que la impulsó para alcanzar sus sueños. Sin importar lo grande que fueran. 

“Desde los cinco años sabía que yo quiera ser actriz y comediante”, cuenta Luna. 

La joven logró que la gente se enfocara en su talento y no en su estatura. 

“Era parte de mi plan para sobrevivir, si los puedo hacer reír se les va olvidar como me miro y por eso fue que yo quise hacer algo con comedia”. 

Este plan dio resultado porque, en sus 20 años de carrera como bailarina y comediantes. Pocos notan su estatura física sino su altura profesional. Pero, sobre todo, la llevo a darle vida al personaje de la tía Rosita en la película de Disney Pixar, “Coco”.

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