Una joven vive el infierno de la trata de personas

Durante cinco años la obligaron a prostituirse en México y Estados Unidos.

A la edad de 14 años, la vida de Carmen cambió de una vida tranquila en Puebla, México a un mundo de prostitución.

Pero fue una decisión que ella no tomó por sí misma.

"Yo no me ofrecí para ser una prostituta, yo no me ofrecí a vender mi cuerpo, yo no lo hice por mi voluntad", cuenta la joven

Carmen conoció a un hombre, identificado como Benito López Pérez, quien mediante engaños y mentiras, la secuestró. La joven accedió sin saber que eso cambiaría su vida

"Dijo vamos al parque y después vamos a ver una película y te dejamos no vamos a hacerte nada que te incomode que te haga daño"

López Pérez la llevó de Puebla a Tenancingo, Tlaxcala, en donde comenzó su pesadilla, a poco más de nueve millas de distancia de su pueblo natal.

"En ese momento yo me sentí mal, como que quería correr, no sabía qué hacer, dentro de mí yo quería llorar", recuerda la joven.

Una vez en Tenancingo, Tlaxcala, López Pérez la llevó a su casa para presentarla a su madre y hermanas, quienes le dijeron que él era un buen hombre, muy trabajador. Pero la realidad era otra.

El hombre abusó de ella y la familia de él no hizo nada para defenderla, a pesar de sus gritos. Solo se burlaban de ella.

“Él me decía 'puedes gritar todo lo que tú quieras'. Nadie te va ayudar porque todos aquí sabemos lo que estamos haciendo’", cuenta Carmen.

Durante seis meses la joven fue vendida a cientos de hombres en México y, al cumplir los 15 años, López Pérez la llevo a casa de su hermano, José Barrientos Pérez en Jackson Heights, Queens. Un día después, la llevaron a Manhattan, en donde la vendieron día y noche.

"Él me decía, ya tu sabes lo que tienes que hacer. Si no quieres que te golpe, pórtate bien y obedece", dice la joven, quien lo obedeció por cinco años, hasta que logró liberarse de él.

En la segunda parte de esta historia le contamos como Carmen escapó de sus captores.

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