Un reencuentro que tardó casi dos décadas

Una madre logró reunirse con el hijo que le arrebataron cuando era un bebé.

Sandra Howell perdió el rastro de su hijo cuando este tenía 10 meses de edad, en 1998, mientras se encontraba en la frontera de Honduras y Nicaragua.

El pequeño fue arrancado de los brazos de su madre y vendido a una familia nicaragüense que no podía tener hijos. Desde ese día, el mundo se derrumbó para ella ya que le llevaron parte de su vida y le dejaron grandes cicatrices físicas y emocionales.

"Me tuvieron encerrada por más de dos semanas, donde me torturaron, me violaron y me pegaron tres balazos hasta dejarme por muerta", cuenta Sandra Howell.

El niño, de nombre Jefferson, creció pensando que ellos eran sus padres. Sin embargo, su verdadera madre no perdió la esperanza de encontrarlo de nuevo, algo que sucedió casi dos décadas después.

El joven descubrió la verdad, hace unos dos años, y viajo de indocumentado a Estados Unidos. Sin embargo, fue detenido por las autoridades de inmigración y estuvo preso siete meses hasta que logró su libertad. Una vez fuera de la cárcel, pudo reencontrarse con su madre.

Actualmente Jefferson se dedica al fútbol y sueña con ser un portero profesional, para lo cual dedica su mayor esfuerzo.

“Si gané esta batalla de 18 años. Si pude estar con mi mamá después de 20 años, puedo llegar donde yo quiero”, afirma el joven.

El reencuentro entre madre e hijo se logró con la ayuda de las redes sociales y pruebas de ADN, que corroboraron el parentesco entre ambos. Ahora, madre e hijo sueñan con permanecer en Estados Unidos porque saben que, si regresan a Honduras, sus vidas corren peligro.

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