Un sastre en Los Ángeles se encarga de que los integrantes de los grupos de Mariachi se vean elegantes en sus presentaciones.
Jorge Tello es especialista en la creación de este traje típico, que identifica a los músicos que participan en esta tradición musical. Desde su taller en la Plaza del Mariachi, en Boyle Heights, este maestro de la confección realiza diariamente un trabajo que ya abarca cuatro décadas.
“Cuando vine aquí a mí me ofrecieron otra clase de trabajos, pero no, esto es lo que a mí me gusta y aquí estamos”, cuenta Tello.
Los patrones que utiliza Tello reflejan el desgaste de los años que ha estado dedicado a este arte, que le han ganado la reputación de ser uno de los sastres más creativos del área.
“Quizás, uno trae ya automáticamente, algo por allá arriba, que se le da a uno”, dice Téllez, apuntando al cielo. “[Uno] va expandiendo ese talento que uno trae”.
Tello desea transmitir ese talento a una nueva generación de sastres que deseen dedicarse a la elaboración de los trajes. Pero son pocos los que desean dedicarse a ello.
“La tradición del mariachi, de la música, eso no se va a acabar y el traje tampoco va a morir”, dice Tello. “Pero si hay poca mano de obra ya para esto".
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La razón, destaca Tello, es la dedicación que debe dársele a cada traje.
“Es un trabajo artesanal que la verdad hasta cierto punto como que está desapareciendo”, dice con nostalgia.
Sin embargo, quien se dedique a este arte, logrará que sus esfuerzos sean bien remunerados, ya que cada traje está valorado en un promedio de $5,000.
