Un lenguaje basado en el amor

Una familia ideó un lenguaje para comunicarse con su padre sordomudo.

Luis es sordomudo y nunca tuvo la oportunidad de ir a la escuela, en su natal Zacatecas, para aprender el lenguaje de señas y comunicarse con el mundo.

Sin embargo, esa deficiencia no le impidió encontrar el amor en una plaza pública de un pueblito en su estado natal, hace 20 años. La joven se convirtió en su esposa y, a pesar de que él no puede expresarle su amor en palabras, se inventaron un lenguaje para comunicarse. 

“Lo que me atrajo de él es que podía comunicarse, abrirse con la gente sin necesidad de hablar y oír”, dice su esposa Dora, quien se convirtió en la voz y los oídos de Luis.

Con el trabajo de campo, desde pequeño, cuidando vacas y sembrando maíz, nunca tuvo tiempo para aprender el lenguaje de los sordomudos. Pero eso no le impidió ganarse el corazón de Dora, con quien se casó hace 17 años.

Ambos tienen una hija de 16 años y un hijo de 13, quienes también han aprendido el lenguaje que idearon sus padres para comunicarse entre sí. 

Son señas que inventaron con el tiempo, aunque no ha sido nada fácil, relata Dora. Algunas son fáciles de entender pero otros son especiales, porque vienen del corazón y muestran la conexión y el cariño entre ellos.

También son una prueba de que en el lenguaje del amor, las palabras sobran.

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