Mitológicos dinosaurios y hasta superhéroes que parecen haberse congelado en acción adornan un área del desierto, a poco más de 100 millas al sur de la ciudad de Los Ángeles.
Ricardo Breceda elabora, exhibe y vende gigantescas e impresionantes figuras metálica que lo han hecho famoso a nivel local, nacional e incluso internacional. Su taller, en el condado de San Diego muestra las obras planificadas con su gran imaginación y sus expertas manos.
Todo comenzó hace 18 años, con un regalo de cumpleaños para su hija, un T-Rex verde que llamó mucho la atención. Al ver que la gente se bajaba de sus vehículos para tomarle fotos, Breceda se dedicó a elaborar las esculturas de metal.
Breceda tiene su taller a un costado de la Carretera 79, en el desierto cercano al pueblo de Aguanga. Allí, más de 400 obras siguen atrayendo a los curiosos.
La belleza de sus obras se observa en el detalle de cada pieza que conforman sus esculturas, muchas de ellas formadas por cientos de laminitas soldadas en forma individual.
Una de estas obras, quizás la más famosa de todas es un dragón gigante que parece brotar de la arena del desierto, en el área de Borrego Springs.
Sus obras no solo han sido adquiridas por compradores en California y el resto del país, sino que han viajado a otras partes del mundo, como China y Australia.
