Una madre de familia en Los Ángeles pasó horas de angustia por el presunto secuestro de su hija por quien pedían dinero para liberarla.
Al parecer, los hombres llamaron desde México para exigirle a Teresa Becerra que les dieran 600 dólares a cambio de la liberación de su hija. Ellos la amenazaron con hacerle daño a su hija, e incluso cortarles los dedos si no cumplía con su pedido.
Durante tres horas, Becerra se mantuvo en comunicación con los hombres, quienes se habían identificado como sicarios y le aseguraron que estaban armados. Ellos le dieron instrucciones para sacar el dinero del banco y acudir a una agencia de envío de remesas bajo un nombre que ellos le suministraron.
Los sospechosos cobraron el dinero de inmediato pero, no conformes con esa cantidad, le exigieron otros 400 dólares. Becerra obedeció e hizo lo que le pidieron pero en ese momento se cortó la comunicación y pudo llamar a su hija. Así comprobó que ella estaba sana y salva y que solo se trataba de una extorsión.
Becerra solo pudo recuperar los 400 dólares del segundo envío. Sin embargo, para ella, lo más importante es saber que su hija nunca estuvo secuestrada y dar a conocer su experiencia para que otras personas no sufran extorsiones de ese tipo.
