Llegan las viviendas construidas con impresoras

Son más fáciles de construir a un costo mucho más bajo que una casa tradicional.

Una compañía podría ofrecer una alternativa para la falta de vivienda que sufre el área de Los Ángeles con una tecnología completamente revolucionaria.

La técnica no necesitaría albañiles, obreros o andamios. Tan solo hormigón y una impresora en tercera dimensión sería suficiente para elaborar lo que podrían conocerse como las “casas impresas”.

"Es una herramienta que nos permite desarrollar diseños más allá de las construcciones más tradicionales", dice Roberto Ortiz, estudiante de arquitectura de M-Rad.

Ortiz destaca que es posible construir este tipo de vivienda en menos de 24 horas, ya que es un proceso completamente automatizado que exigiría menos mano de obra.

La construcción en tercera dimensión se lleva a cabo capa por capa utilizando el hormigón y componentes derivados del cemento. Esto proporciona un trabajo final de excelente calidad y muy resistentes.

La primera edificación de este tipo se está construyendo en las colinas de Malibú y la denominan la “Casa del Futuro”

"Se podrían tener prototipos prefabricados listos para entregar en las zonas de desastre en tiempos récords que con la construcción tradicional sería imposible", dice Ortiz.

Estas impresoras 3D, asegura la directora de diseño de M-RAD, se pueden transportar a todas partes y son fáciles de transportar. Solo hay que desmontarla y armarla sobre el terreno donde se va a construir la casa.

"Las máquinas no se cansan pueden estar trabajando las 24 horas", dice Agustina Layna, directora de diseño de M-RAD

La tecnología sólo construye la estructura, ya que la instalación eléctrica, de agua, pisos y techos se realiza por separado. Dos empresas han construido este tipo de casas en Estados Unidos en un lapso de 48 horas. Su costo de fabricación podría ser un 35 por ciento más bajo que una vivienda tradicional.

Además de su facilidad y rapidez para la construcción, expertos señalan que es segura para el medio ambiente ya que las impresoras trabajan a base de electricidad.

Sin embargo, su resistencia a los desastres naturales no se ha podido comprobar.

"No tenemos manera de justificar que ese diseño sea apropiado que vaya, por ejemplo, a resistir los terremotos", dice Ortiz. 

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