Junta de supervisores de Los Ángeles unirá a niños separados

Piden visitar los refugios que albergan a niños con la esperanza de reunirlos con sus padres.

Denominando la separación de familias en los Estados Unidos en la frontera de México como “despreciable” e “inhumana”, la Junta de Supervisores del Condado se comprometió,  este martes a presionar a los legisladores a no financiar los enjuiciamientos de padres que piden asilo político y para visitar los refugios federales que albergan a niños con la esperanza de unirlos con sus familias.

La supervisora Hilda Solis dijo que las familias afectadas solo buscan un refugio seguro, “huyendo de sus países debido a la discordia civil y a la violencia relacionada con pandillas'' y en su lugar están siendo enviados a “un sistema de encarcelamiento masivo que ni yo entiendo”.

Solís acusó a funcionarios federales de tratar a niños de manera inhumana en desafío al Cuarto Convenio de Ginebra, citando informes de manifestaciones verbales, físicas y abuso sexual. El supervisor Mark Ridley-Thomas advirtió que “el impacto en la vida de estos jóvenes no es temporal, sino potencialmente de por vida", citando a las declaraciones de la Academia Americana de Pediatría.

Basado en una moción de Solís y la supervisora Sheila Kuehl, la junta directiva envió una carta al Departamento de Seguridad Nacional, líderes de la Casa y Senado, y su delegación del Congreso, expresando la oposición a la práctica.

La junta también ordenó a los abogados del condado que se comuniquen con la oficina de Reasentamiento de Refugiados de Estados Unidos, pidiendo llevar trabajadores sociales a refugios federales y ofrecer asistencia a niños que podrían ser ubicados con sus parientes en el Condado de Angeles.

La Supervisora Janice Hahn enmendó la moción para incluir una solicitud de Financiando a más jueces de asilo.

Kuehl acusó a la administración Trump de tratar de confundir a los estadounidenses identificando a los solicitantes de asilo como inmigrantes ilegales.

“He visto una gran cantidad de actos despreciables de esta administración y yo sigue pensando que no puede empeorar. Y luego lo hace”, dijo Kuehl. “No hay nada ilegal en buscar asilo".

Bajo la política federal de "cero tolerancia" anunciada por el Abogado General Jeff Sessions en abril, si un padre llega a la frontera con un niño, el padre es llevado a un centro de detención donde esperará un enjuiciamiento por cruce ilegal. Luego, al niño se le trata como a una persona “no acompañada” y es transferido la custodia del Departamento de Salud y Servicios Humanos hasta que se encuentre un hogar de un cuidador o patrocinador.

Sessions ha defendido la política, diciendo que equivale a hacer cumplir leyes existentes, a pesar de las protestas de una amplia gama de críticos conservadores, incluyendo a la ex primera dama Laura Bush y líderes religiosos como Franklin Graham.

El presidente Donald Trump ha culpado la táctica a los legisladores democráticos, que según él, necesitan apoyar la seguridad fronteriza, incluyendo miles de millones de dólares en fondos para un muro fronterizo, y ayudar a aprobar la reforma migratoria.

"Odio que se lleven a los niños", dijo Trump la semana pasada. “Los demócratas tienen que cambiar su ley, esa es su ley”, agregó el presidente.

La supervisora Kathryn Barger, la única republicana en el partido no partidista en la Junta de Supervisores, generalmente se abstiene de votar sobre asuntos de inmigración basado en su creencia que es la función del gobierno federal de administrar la situación migratoria, pero se unió a sus colegas para condenar lo que está sucediendo en la frontera.

“Siento que ambas partes juegan con la vida de las personas”, dijo Barger, llamando a lo que está sucediendo en la frontera “inhumano, injusto y simplemente innecesario”.

Tanto los republicanos de la Cámara como del Senado están trabajando en una legislación para intentar de abordar el problema, aunque no está del todo claro si pueden redactar

algo que pasará en ambas casas y obtenga la aprobación de Trump.

Barger dijo que continuaría llamando y presionando al Congreso representantes para aprobar la reforma migratoria.

“Espero que mi partido haga lo correcto'', dijo Barger.

“Si no lo hacen, seguiré llamándolos''. 

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