El Departamento del Alguacil del Condado de Los Ángeles investiga como “sospechosa” la muerte de un niño de 10 años ya que se están formulando preguntas sobre cómo el Departamento de Servicios para Niños y Familias del Condado de Los Ángeles (DCFS) maneja los casos de familias violentas y disfuncionales.
Los agentes fueron a la cuadra 1100 al este de la Avenida K, cerca del mediodía del miércoles, “con respecto a una llamada de rescate médico de un niño de 10 años que no respiraba'', dijo un comunicado del departamento del alguacil.
Manténte al tanto de las noticias locales y del estado del tiempo. Suscríbete a nuestros newsletters gratuitos aquí.
“Al llegar, la víctima fue descubierta, sin signos de respuesta, en el apartamento de su familia'', señala el comunicado. “Se informó a los agentes que la víctima había sufrido heridas por una caída''.
El niño, identificado por el DCFS como Anthony Avalos, fue llevado a un hospital y murió el jueves, alrededor de las 6:30 a.m., informó el departamento del alguacil. Los investigadores esperan los resultados de una autopsia pendiente.
"La muerte se considera sospechosa, y la causa será investigada por la oficina del forense", indicó el comunicado. “Esta es una investigación activa y no se han realizado arrestos. Siete niños que vivían en el hogar o que estaban asociados con la familia de la víctima, con edades entre 11 meses hasta los 12 años, han sido sacados del hogar a la espera de más investigaciones".
Las autoridades tuvieron contacto con la familia “antes de este incidente”, dijo la portavoz del alguacil, Nicole Nishida, a Los Ángeles Times.
La tía del niño dijo que contactó a las autoridades hace tres años para informar sospechas de que su hermana y el novio de ésta eran culpables de abuso infantil. Ella dice que no se hizo nada.
"Como comunidad, nos preguntamos por qué un niño sufrió abusos y cómo perdemos a niños inocentes", dijo el director de DCFS, Bobby Cagle, en un comunicado. “Ya sea en la calle, en un condado vecino o en todo el país. ¿Cómo sucedió esto?''.
En 2013, Gabriel Fernández, de 8 años y residente de Palmdale, murió a manos de su madre y su padrastro después de sufrir meses de tortura. Una investigación posterior dio lugar a cargos penales contra cuatro trabajadores sociales relacionados con el caso de Fernández.
Las autoridades piden a cualquier persona con información sobre el caso Ávalos llamar a la Oficina de Homicidios del Alguacil al (323) 890-5500, o (800) 222-TIPS.
