Los coloridos y vistosos atuendos elaboradas por las comunidades indígenas de México reflejan la visión del cosmos de estas culturas milenarias a través de sus diseños formas y colores.
"A mí me enseñó mi mamá, y a mi mamá le enseñó su mamá, este conocimiento se transmite de generación", cuenta una bordadora de origen indígena.
Sin embargo, lo que para los pueblos indígenas es inspiración, herencia y patrimonio de su cultura, para grandes compañías de la industria de la moda son tan solo vistosos diseños que sirven de modelo para la elaboración de lujosas prendas.
"Es el robo de nuestra esencia porque la ropa no es una simple ropa”, cuenta Odilia Romero, del Frente Indígena de Organizaciones Binacionales. “Hay vestimenta que usas para la vida diaria, hay otra que usas para un momento muy especial, y te tardas meses años en bordarla".
De acuerdo con organismos no gubernamentales, durante el 2018 se registraron al menos ocho casos de plagio de talento de las comunidades indígenas de México por parte de grandes compañías como Zara, Dior o Hermes.
"Es una ofensa a nuestro modo de vida, a nuestras tradiciones y a nuestra cosmovisión de la comunidad y trabajo comunitario, dice Romero. "No podemos pelear por ella porque no está registrada bajo las normas occidentales. No podemos defenderla".
Local
Algunos activistas señalan que, la falta de un marco legal y la indolencia del gobierno mexicano para defender el patrimonio de estas comunidades es la causa de que estas compañías obtengan ganancias con el talento indígena.
Prendas que son netamente indígenas son sacadas de contexto, son sacadas de la comunidad y realmente no se recompensa de una manera justa a las personas que lo han diseñado", señala Gaspar Rivera, profesor de UCLA.
Rivera resalta la importancia de difundir el talento y las creaciones artísticas de estas comunidades. Pero también destaca que es necesario conocer, apoyar y proteger el legado y patrimonio cultural de los pueblos originales.
“Hay que comenzar con una autocrítica desde México para que se forje esta conciencia y de esa manera pudiéramos negociar nuestra inserción de una manera más adecuada, más consciente a los procesos de globalización", dice Gaspar Rivera.
