El sospechoso de vandalismo que rompió en pedazos la estrella del presidente Donald Trump en el Paseo de la Fama de Hollywood se declaró inocente el miércoles, y explicó por qué se sintió obligado a destruir la placa.
Austin Clay, de 24 años, de Glendale, fue acusado de delito grave de vandalismo en relación con el caso ocurrido el 25 de julio. Oficiales fueron llamados alrededor de las 3:30 a.m. a la ubicación de la estrella en Hollywood Boulevard, cerca de Avenida Highland, donde encontraron una pequeña pila de escombros en lugar de la estrella que Trump recibió en enero de 2007 por su papel en el programa de NBC "The Apprentice".
Fuera del tribunal el miércoles, Clay dijo que se sintió obligado a destrozar la estrella debido a la retórica de Trump.
"Cuando veo el linaje de presidentes, no creo que nada sobre su retórica sea presidencial", dijo Clay. "Hubo urgencia detrás de mis acciones. Siento que me han llamado para hacer lo que hice".
Le preguntaron si lo haría de nuevo.
"Creo que alguien más va a hacerlo", dijo Clay. "Hice mi trabajo, por así decirlo".
Clay reportó el crimen y se entregó a la policía de Beverly Hills después de destruir la estrella, según el Departamento de Policía de Los Ángeles.
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Sus abogados explicaron el miércoles que Clay no disputa la destrucción de la estrella. "No hubo disputa sobre el acto", dijo el abogado David Pourshalimi. "Discutimos si sus acciones fueron criminales o no".
Cuando llegó la luz del día en la mañana del incidente, los visitantes en el Paseo de la Fama se detuvieron para tomar fotos de la estrella rota y verla más de cerca. Algunos guardaron piezas como recuerdos.
El Paseo de la Fama es administrado por la Cámara de Comercio de Hollywood, que emitió una declaración.
"El Paseo de la Fama de Hollywood es una institución que celebra las contribuciones positivas de los nuevos miembros", dijo Leron Gubler, presidente y CEO de la Cámara de Comercio de Hollywood.
"Cuando la gente no está contenta con uno de nuestros homenajeados, esperamos que proyecte su ira de manera más positiva que vandalizar un hito del estado de California. Nuestra democracia se basa en el respeto a la ley. Las personas pueden marcar la diferencia al votar, pero no pueden destrozar propiedad pública".
Ésta es al menos la segunda vez que la estrella de Trump ha sido vandalizada en los últimos dos años.
