Acusan a médicos por desviar narcóticos peligrosos

El operativo resultó en que 41 médicos con licencia ya no ejercer su práctica.

Cuatro personas, incluyendo dos médicos, fueron arrestadas el jueves en el Sur de California bajo cargos federales de desviar narcóticos peligrosos, principalmente opioides altamente adictivos, al mercado negro.

Los arrestos formaron parte de un operativo estadounidense que duró un año titulado “Juramento Hipócrita”.

La Administración de Control de Drogas investigó a médicos, enfermeras, practicantes y operadores clínicos sospechosos del suministro ilegal de sustancias controladas a los presuntos pacientes y clientes del mercado negro bajo violando sus juramentos de "no hacer daño", dijeron las autoridades federales.

Los arrestados el jueves fueron el Dr. Michael Anthony Simental de Corona, 47, quien practica en la Instalación de Kaiser Permanente en Riverside. Enfrenta cargos federales de la distribución ilegal de hidrocodona, un opioide que se encuentra en medicamentos como Vicodin.

Los fiscales dijeron que la investigación sobre Simental comenzó después de que uno de sus pacientes muriera de una sobredosis de drogas en junio.

El Dr. Reza Ray Ehsan, de Bel-Air, de 60 años, enfrenta cargos de la venta ilegal de drogas controladas a un agente que se hizo pasar por un paciente durante reuniones encubiertas en diciembre y enero.

Según una declaración jurada, Ehsan compró analgésicos por mayoreo, supuestamente vendiendo más de 700 mil píldoras en 2015 y 2016 desde su oficina, y no reportó las ventas.

Oficiales fronterizos interceptaron un cargamento de casi mil libras de metanfetaminas con un valor de unos 13 millones de dólares en la frontera de Estados Unidos con México.

Saloumeh Rahbarvafaei de Northridge, 40, una enfermera practicante empleada en varios lugares, incluida la clínica Buen Vecino en Leimert Park. Según la denuncia penal, los agentes encubiertos supuestamente compraron recetas hechas por Rahbarvafaei durante cinco transacciones separadas el año pasado.

Ana Leblanc de Chino Hills, 33, quien trabajó en una clínica de Santa Ana por dos semanas el año pasado está acusada de obtener fraudulentamente medicamentos con receta.

Según una denuncia penal, Leblanc, que no tiene autoridad para manejar o recetar sustancias controladas, utilizó un talonario de recetas de su empleador para escribir recetas de sustancias controladas, incluyendo oxicodona, para ella y para otras personas.

Decenas de pandilleros fueron arrestados en redadas del FBI en Los Ángeles.

“Estamos en medio de una crisis de opioides que ha causado un sin número de angustia y muerte'', dijo la abogada de Estados Unidos Nick Hanna en conferencia de prensa en Los Ángeles.

En los casos presentados la semana pasada, los fiscales acusaron a los médicos, asistente médico, y una enfermera practicante con recetas ilegales, a veces con el conocimiento de que sus llamados pacientes eran adictos. 

En otros casos, los practicantes corruptos aprovecharon su información privilegiada para obtener narcóticos ilícitos.

Gabriel Hernández de Anaheim, de 58 años, asistente médico que trabajaba en una clínica de manejo del dolor en Long Beach conocida como Vortex Wellness & Aesthetics, fue arrestado el miércoles en virtud de una denuncia penal que lo acusa de distribuir oxicodona sin un propósito médico legítimo.

Durante un período de dos años que terminó en noviembre, Hernández recetó cerca de 6,000 sustancias controladas, más de la mitad eran oxicodona de potencia máxima, lo que significa que fue responsable del dispenso de 446 mil píldoras de oxicodona, según documentos judiciales.

Tremenda sorpresa se llevaron vecinos de una cuadra de Long Beach durante una redada anti-drogas en un edificio de apartamentos.

Hernández supuestamente a menudo escribía recetas de cócteles de drogas conocidas como la Santísima Trinidad, un narcótico, un tranquilizante y/o un relajante muscular, que usualmente son deseados por los drogadictos y son particularmente peligrosos por las sobredosis que pueden ser fatales, según la declaración jurada en apoyo de la queja.

En el 2017, según los registros mantenidos por el estado de California, Hernández escribió una receta de los tres medicamentos a un hombre de 41 años que murió una semana después por los efectos combinados del alcohol y dos de las drogas recetadas, según la denuncia penal.

Un farmacéutico de San Diego contactó a los investigadores a fines del año pasado sobre sospechosas recetas idénticas que Hernández escribió a tres personas que parecían estar viviendo en la misma casa a más de cien millas de la clínica Vortex.

Un médico experto que revisó los datos sobre el historial de recetas de Hernández y las grabaciones de dos visitas al consultorio de una fuente de aplicación de la ley concluyeron que las acciones de Hernández estaban mucho más cercanas a las de un traficante de drogas ilegal que las de un médico, y las visitas de los pacientes son una farsa", muestran los documentos judiciales.

“La gran mayoría de aquellos en el campo médico son personas buenas y honestas, pero el título de médico después de su nombre no lo inmuniza de un proceso judicial”, dijo Hanna.

Mónica Ann Berlín, de 41 años, de Del Mar, es una exempleada de un médico de una oficina en Beverly Hills. Actualmente está en una empresa con sede en Del Mar que ofrece servicios de atención preoperatorio y fue arrestada hace una semana luego de una denuncia penal que le imputa la distribución y posesión de una sustancia controlada.

Berlín supuestamente robó un sello de firma y cuaderno de notas de recetas del médico que la contrató, usándolas para hacer recetas fraudulentas y distribución de sustancias controladas.

Entre abril de 2015 y abril de 2017, Berlín supuestamente forjó al menos 44 Prescripciones para sustancias controladas que otra persona llenó en farmacias en Beverly Hills y Rancho Santa Fe.

A cambio de las drogas, el comprador de Berlín supuestamente la invitó a cenar y le compró regalos.

Según la queja, Berlín envió mensajes de texto a su comprador utilizando códigos con apodos que describían las drogas como caramelos y tic tacs. 

Como resultado, 41 médicos con licencia ya no podrán ejercer su práctica, nueve practicantes han sido arrestados y acusados, y se han incautado más de tres millones de dólares, dijo William Bodner, agente a cargo de la oficina de la DEA en Los Ángeles.

Añadió que 15 muertes han sido relacionadas con esta investigación. 

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