Acusado de asesinato: “Fui enviado por Jesús”

El hombre supuestamente desencadenó el tiroteo que mató a una mujer de 27 años.

Un hombre acusado de disparar un arma de fuego que resultó en la muerte de una empleada de Trader Joe’s y se enfrentó a la Policía de Los Ángeles y se atrincheró en la tienda el verano pasado le dijo a un juez el viernes que fue “enviado por Jesús, y no entiendo nada”.

“No sé qué está pasando, señor'', dijo Gene Evin Atkins cuando el juez de la Corte Superior de Los Ángeles, Francis Bennett II, le preguntó al acusado de 29 años de edad si estaría listo dentro de 30 días para una audiencia en la que se determinará si hay evidencia suficiente para exigirle para ser juzgado por 51 cargos, incluyendo asesinato, intento de asesinato y encarcelamiento falso de un rehén.

Familiares de Melyda Corado exigen a la policía más transparencia en la investigación del hecho que causó su muerte.

“Dios lo bendiga, señor'', dijo Atkins repetidamente al juez, y luego le dijo: “Fui enviado aquí por Jesús'' y que él era un “profeta”.

El fiscal del distrito adjunto Tannaz Mokayef - quien notó que Atkins declaró su deseo de actuar como su propio abogado en una audiencia el pasado noviembre y su objeción a una solicitud de los medios para filmar una audiencia en la corte en diciembre. Atkins le dijo al juez “lo que está presenciando hoy aquí es un acto” para demorar el trámite.

El juez le ordenó a Atkins que regresara a corte en el centro de Los Ángeles el próximo jueves.

En la audiencia de diciembre pasado, Atkins le dijo a la jueza Teresa Sullivan que no tiene antecedentes penales, pero tiene un “registro extenso de salud mental” que

incluye un diagnóstico de trastorno bipolar y una lista de otros trastornos, como bien''.

Sin éxito trató de alegar locura en esa audiencia, pero el

El juez presentó una declaración de no culpabilidad en su nombre.

La acusación de asesinato contra Atkins se deriva de los disparos del 21 de julio que causaron la muerte de Melyda Maricela Corado, quien resultó gravemente herida frente al mercado ubicado en la cuadra 2700 de la Avenida Hyperion.

El jefe de la policía de Los Ángeles, Michel Moore, confirmó el año pasado que la bala que mató a Corado fue disparada por un oficial de policía, y no Atkins, quien se rindió a los oficiales de SWAT después de aproximadamente tres horas de negociaciones.

Persecución y toma de rehenes en supermercado con final mortal

Aunque él no le disparó a Corado, Atkins fue acusado de su asesinato bajo la teoría de que desencadenó el mortal tiroteo de la mujer de 27 años.

En las horas previas al enfrentamiento, Atkins supuestamente disparó a su abuela, de 76 años, y a su novia en el Sur de Los Ángeles.

El acusado presuntamente secuestró a la adolescente, obligándola a entrar en el auto de su abuela, que luego

estrelló contra un poste de luz frente a la tienda Trader Joe's al final de una persecución policial, para después atrincherarse en el negocio, desde donde intercambiando disparos con oficiales que lo perseguían.

El jefe de la policía dijo que los dos agentes, uno de ellos un veterano de seis años, el otro, un veterano de dos años, dispararon un total de ocho tiros a cambio. Uno de ellos impactó a Atkins en el brazo izquierdo, pero éste continuó corriendo hacia adentro de la tienda. Otra bala atravesó el brazo de Corado y luego entró directamente a su cuerpo, dijo Moore.

Corado logró tropezar de nuevo dentro de la tienda después de recibir un disparo, colapsando detrás de la estación del gerente dentro de la tienda.

Fue llevada afuera del negocio, donde los paramédicos no pudieron salvarla.

El jefe de la policía dijo que Atkins siguió disparando a la policía por dentro de la tienda, pero los oficiales no devolvieron el fuego.

Varios empleados de la tienda y clientes pudieron escapar de la tienda, mientras que otros fueron lanzados por Atkins en varias ocasiones antes de que se rindió, según el jefe de policía.

Atkins, quien ha permanecido encarcelado desde su arresto ese día, tiene una fianza de 15.1 millones de dólares.

Los familiares de Corado presentaron una demanda civil el 29 de noviembre contra la ciudad de Los Ángeles y dos oficiales de la Policía de Los Ángeles, diciendo que todavía estaban buscando respuestas sobre el tiroteo que la ciudad y el Departamento de Policía se han negado a proporcionar.

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