La familia de un niño de 13 años que murió después de un accidente en una piscina durante un evento escolar, llegó a un acuerdo monetario con el Distrito Escolar de Murrieta.
El accidente que le quitó la vida a Alex Pierce ocurrió en junio de 2016, durante un evento patrocinado por la escuela secundaria Vista Murrieta.
“Enviamos a nuestros niños a la escuela pensando que están a salvo, y protegidos, y en realidad no lo están”, dijo Sabrina Pierce, la madre de la víctima.
Un video captado por las cámaras de seguridad muestra donde se encontraba el niño, que en ese entonces, estaba en el séptimo grado de la escuela McElhinney, durante los últimos momentos antes de hundirse. La investigación concluyó que Alex estuvo sumergido por lo menos 95 segundos.
“Alex no sabía nadar, no sé que sucedió ese día, pero si le hubieran administrado primeros auxilios no estaríamos aquí ahora”, agregó la madre de Alex.
Dos de sus compañeros fueron los que vieron a Alex y lo subieron a la superficie. Después los salvavidas tardaron varios minutos antes de sacarlo inconsciente de la piscina, pero no administraron los primeros auxilios y no fue hasta siete minutos después que los bomberos empezaron el proceso de resucitación cardiopulmonar, según la familia quien afirma que se cometieron varios errores.
La familia anunció que recibirán una compensación de 11 millones de dólares, y una disculpa por parte del distrito escolar, que a través de una carta dijo:
“Reconocemos que ninguna cantidad de dinero compensará a la familia Pierce por la pérdida de su hijo. La compensación no es una admisión de responsabilidad o culpabilidad por parte del distrito, sino un acuerdo mutuo aceptable que reconoce las circunstancias que llevaron a este trágico accidente”.
Las autoridades del distrito dicen que siguen revisando sus reglas de seguridad para evitar una tragedia similar se vuelva a repetir.
