Un incendio químico en un tren descarrilado en Kentucky que obligó a efectuar evacuaciones de emergencia fue extinguido y las personas pueden volver a sus hogares, indicó el jueves el operador ferroviario CSX.
El portavoz de CSX, Bryan Tucker, informó en un correo electrónico el jueves por la tarde que “el fuego está completamente apagado”. Dijo que autoridades y funcionarios de CSX revisaron los datos de monitoreo del aire y decidieron que era seguro permitir que los desplazados regresaran a sus hogares.
El tren de CSX se descarriló alrededor de las 2:30 de la tarde del miércoles cerca de Livingston, un pueblo remoto de unos 200 habitantes en el condado Rockcastle. Los residentes fueron exhortados a abandonar el lugar.
Dos de los 16 vagones que se descarrilaron transportaban azufre líquido, que se incendió tras la ruptura de los vagones, según informó CSX en un comunicado.
Se cree que el incendio liberó dióxido de azufre, un gas potencialmente nocivo, pero las autoridades no han hecho públicos los resultados de las mediciones realizadas con los equipos de control de aire desplegados el miércoles por la noche.
El descarrilamiento hizo que algunos residentes de Livingston tuvieran que pasar el Día de Acción de Gracias en un refugio de una escuela secundaria.
Cindy Bradley acababa de cocinar para ese día cuando un funcionario que tocó la puerta sonoramente le pidió salir de su pequeña casa de Kentucky lo más pronto posible porque un tren se había descarrilado.
Fue a dar a la secundaria del condado Rockcastle en Livingston, sin saber qué ocurriría después.
“Es realmente aterrador. No sabemos qué tanto durará esto”, le dijo Bradley a la televisora WTVQ el miércoles por la noche, rodeada por docenas de catres.
Según el sitio web de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), el dióxido de azufre puede causar problemas respiratorios, dependiendo de la concentración y de la duración de la exposición. Este gas suele producirse al quemar combustibles fósiles en centrales eléctricas y otros procesos industriales, señala la agencia.
El peligro del dióxido de azufre tiende a ser directo y rápido, irritando los pulmones y la piel, explicó Neil Donahue, profesor de química de la Universidad Carnegie Mellon.
“Es simplemente materia desagradable, cáustica y ácida que lastima. Es desagradable verse inmerso en ella”, declaró Donahue.
Una vez extinguido el incendio, se prevé que la amenaza de los productos químicos disminuya rápidamente, agregó.
CSX trabaja ahora en la limpieza de otro vertido químico y en la restauración de la zona. La compañía prometió pagar los gastos de cualquier persona a la que se le pidiera evacuar, incluida una cena de Acción de Gracias.