Peña Nieto da nueva cara al PRI

MEXICO -- La promesa de un nuevo gobierno transparente, democrático y eficaz de parte del Partido que gobernó con mano dura y en medio de acusaciones de corrupción casi todos los aspectos de la vida cotidiana mexicana durante el siglo pasado, fue reafirmada el lunes por el virtual ganador de las elecciones presidenciales Enrique Peña Nieto.

En declaraciones a corresponsales de prensa extranjera, Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), aseguró que su partido tiene un nuevo rostro democrático en una sociedad que no es la misma que dejó ese partido cuando en unas históricas elecciones perdió la presidencia, el control del Congreso, y muchas de las gobernaciones del país.

"El reto mayor... ahora es (que) el PRI en el gobierno demuestre eficacia... los resultados que la sociedad demanda, en esta condición democrática que hoy tenemos", dijo Peña Nieto. "Aquí el PRI creo que tiene una gran oportunidad de tener a su interior una reforma que acredite este cambio democrático, esta modernización del partido".

Un conteo oficial preliminar, que la tarde del lunes llevaba el 95,4% de actas electorales computadas, puso a Peña Nieto con una ventaja de 38,03% en la votación presidencial, seguido del izquierdista Andrés Manuel López Obrador con 31,72%. La candidata oficialista Josefina Vázquez Mota se ubicaba en tercer lugar con un 25,44% de los sufragios.

Aunque hasta el miércoles iniciará el recuento formal de los votos, Peña Nieto ha comenzado a ser reconocido como presidente electo e incluso ya recibió las felicitaciones de diversos mandatarios, incluido el presidente estadounidense Barack Obama, quien le dijo que espera trabajar en metas comunes en temas de economía, democracia y seguridad.

Peña Nieto dijo que había tenido comunicación, telefónica o epistolar, con presidentes de Colombia, Chile, Nicaragua, España, Uruguay y Francia, además de China, Gran Bretaña y la Comisión Europea.

El ex gobernador del populoso Estado de México dijo que durante el periodo de transición, previo a asumir la presidencia en diciembre, espera impulsar una reforma estructural, prometida durante la campaña, pero no ofreció detalles.

A lo largo de la campaña, Peña Nieto dijo que promovería reformas a la legislación energética, fiscal y al sistema de seguridad social.

Ratificó su promesa de campaña de que trabajará en una estrategia de seguridad que reduzca la violencia del crimen organizado que, en los últimos años, ha afectado a ciudades como Monterrey y Veracruz y a pequeños poblados del país.

A la fecha, se han cometido más de 50.000 asesinatos desde diciembre de 2006, cuando el actual gobierno del presidente Felipe Calderón lanzó una ofensiva contra el narcotráfico.

"Vamos al combate eficaz contra los capos, contra los jefes de los carteles, pero también evidentemente en un rediseño que permita bajar la violencia", dijo.

A lo largo de la campaña presidencial, el oficialista Partido Acción Nacional sugirió que un triunfo del PRI podría traducirse en pactos con el crimen organizado, lo que rechazó Peña Nieto inmediatamente.

"No hay ni tregua, ni pacto con el crimen organizado", dijo al repetir una frase que dijo la noche del domingo al asumirse como el triunfador de las elecciones.

Peña Nieto también cree que el PRI hará una revisión de sus estatutos internos para reflejar "esta exigencia que hay de la sociedad pos mostrarse en su nuevo rostro, en su cambio que está viviendo no sólo en la gestión de gobierno sino también en su interior".

El político también continuó con su retórica política de ofrecer resultados. Cuando fue elegido gobernador del estado de México, Peña Nieto juró ante un notario cumplir con más de 600 compromisos de gobierno.

Sus detractores dicen que muchas de estas promesas o no se cumplieron o hacían parte de políticas públicas que ya se encontraban en marcha.

Dijo que desde que el PRI perdió por primera vez la presidencia, el partido ha sabido reconocer sus derrotas y que ahora esperaba que sus contrincantes hicieran lo mismo.

El izquierdista López Obrador se negó la víspera a reconocer como ganador al candidato del PRI y dijo que esperará hasta que se emitan los resultados de un recuento final y oficial de la votación.

Peña Nieto dijo que luego de los resultados del conteo final, que serían entregados el fin de semana, espera reunirse con el presidente Felipe Calderón para comenzar a trabajar en el empalme con el gobierno del PAN.

También dijo que buscará "integrar un equipo que esté a la altura de las expectativas que hay en la sociedad que acrediten el nuevo rostro del partido".

El PRI mantuvo un fuerte liderazgo durante toda la campaña, y aunque no parece que obtendrá mayoría absoluta en el Congreso sí avanzaba para convertirse en la primera fuerza de las dos cámaras.

Peña Nieto dijo que aunque aún son resultados preliminares, es posible que el PRI sea "la primera fuerza (en el Congreso), con la mayoría relativa en las dos cámaras".

El no tener más del 50% de los asientos en el Congreso implicaría que el PRI deba negociar con otros partidos para buscar sacar adelante cualquiera de sus propuestas legislativas de reforma.

Para Peña Nieto, sin embargo, eso no necesariamente sería un problema pues se dijo decidido a acercarse a otras fuerzas políticas, incluidos sus rivales de la izquierda. "Mi interés es trabajar con todos los partidos políticos".

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